El vidriado o esmaltado

Tras la decoración y la segunda cocción a menor temperatura que sirve para fijarla, se realiza el vidriado mediante la inmersión de la pieza en el barniz. Posteriormente se prepara para la cocción final a 1050 grados, en la que se consigue que el barniz presente un aspecto brillante y transparente dejando ver y avivando los colores del decorado y sirviéndoles además de protección. Sin este proceso, el barniz presentaría un aspecto opaco que no dejaría ver el decorado que se encuentra debajo.
El proceso productivo
Estampación
Decoración pintada a mano