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Carros del Víctor y del Parnaso (Carro de la entrega de los retratos...
Carro del Parnaso (Carro del homenaje de Apolo y las tres Nobles Artes a los monarcas) Domingo Martínez (Sevilla, 1688 - 1749) Carro del Parnaso (Carro del homenaje de Apolo y las tres Nobles Artes a los monarcas), 1748 Óleo sobre lienzo, 135 x 291 cm. Donación del Ministerio de Hacienda, 1896 Procedencia Real Fábrica de Tabacos. Sevilla. Donación del Ministerio de Hacienda (1896) Comentario La figura de Domingo Martínez destaca dentro del panorama artístico sevillano de la primera mitad del siglo XVIII como exponente de la transición entre el espíritu artístico de Murillo y las nuevas corrientes europeas. Esta pintura pertenece a una serie de ocho lienzos que representan los carros triunfales que desfilaron en Sevilla en la Máscara que los obreros de la Real Fábrica de Tabacos organizaron con motivo de la exaltación al trono de Fernando VI y Bárbara de Braganza, en 1747. Estos cuadros fueron pintados para ilustrar el libro que sobre esta fiesta publicó Cansino Casafonda en 1748. Este era el último cuadro del cortejo, en el que se exhibían los retratos del nuevo monarca y de su mujer Bárbara de Braganza, escoltados por personal uniformado de la Fábrica de Tabacos a caballo, a los que preceden figuras de reyes representando los diferentes reinos del país a caballo portando sus emblemas. En la parte delantera del carro se distingue a Apolo, protector de las musas, rodeado de ellas y ostentando sus atributos y tras él desfilaban varios dependientes de la Fábrica de Tabacos presididos por su director D. José Antonio de Losada. Escoltan el carro un grupo de guardias de corps a caballo y tres carrozas. Se trata del de mayor importancia simbólica ya que presenta al nuevo rey como protector de la actividad artística. Desvela lo que constituía el sentido alegórico del cortejo: la demostración de lealtad de la ciudad y de la fábrica de Tabacos al nuevo monarca. Por ello adquiere un profundo sentido el hecho de mostrar en la carroza sus retratos, que serán entregados al Ayuntamiento, representante de la autoridad real como recoge el último de los cuadros de la serie. Se ve el edificio del Ayuntamiento con una fisonomía distinta a la actual.
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Carro del Parnaso...
Carro del Parnaso Domingo Martínez (Sevilla, 1688-1749) Carro del Parnaso, 1748-1749 Óleo sobre lienzo, 135,5 X 291,8 cm. Tratamiento integral de restauración. Soporte: protección de la superficie pictórica, limpieza del reverso, fijación de los desgarros del tejido y protección de los mismos con gasa de seda, forración del lienzo y sustitución del bastidor de madera. Estrato pictórico: colocación de injertos de tela en los bordes deteriorados, limpieza del barniz oxidado levantamiento de repintes alterados y estucos desbordantes, estucado de lagunas, reintegración de color de las mismas y protección de la superficie con barniz de resina natural. Restauración integral del marco. Restauradora: Carmen Álvarez Delgado. Galería de imágenes Testigo de limpieza Detalle del deterioro Antes de la restauración
Restauración y conservación:
2007
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Salero de Neptuno
Salero de Neptuno Anónimo Escuela Flamenca Salero de Neptuno, hacia 1640 Plata, plata dorada y cristal, 59,5 x 48 x 49 cm. Adquisición Junta de Andalucía (1988) Procedencia Familia de los Marqueses de Blanco Hermoso. Sevilla Comentario El Barroco es el período de esplendor de la platería europea tanto religiosa como civil y esto queda reflejado en la colección del museo con una importante obra que, procedente de la colección de los marqueses de Blanco Hermoso, fue adquirida por la Junta de Andalucía en 1988. Realizado en plata dorada y blanca y cristal, representa el carro de Neptuno conducido por el mismo dios que sujeta las riendas con una mano mientras que con la otra levanta el tridente, su atributo. Está sentado sobre una concha en el carro que surge del agua tirado por hipocampos y acompañado de varias figuras antropomórficas de escamosas piernas que tocan las caracolas que anuncian la llegada del dios. Durante los siglos XVI y XVII era habitual la representación de Neptuno en piezas de mesa, sobre todo en las relacionadas con el agua y la sal, como es el caso. La peana, rectangular, escalonada y ochavada, reproduce la superficie de un mar agitado y está decorada con seis tritones. En esta pieza, que está realizada en época temprana, sobresalen características que van a ser propias del Barroco como son el dinamismo y la expresividad de los caballos, que aparecen de modo naturalista con las bocas piafantes y tratados de manera escultórica.
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