Actualidad
Concierto
12/11/2023
CONCIERTO
Domingo 12 de noviembre
12:00 h.
EN ARMONÍA "De España al Nuevo Mundo"
Música Barroca en la España Virreinal
Más información aquí
En colaboración con la Orquesta Filarmónica de Málaga
Público general. ACTIVIDAD GRATUITA
ENTRADA LIBRE HASTA COMPLETAR AFORO
PROGRAMA
Música Barroca en la España Virreinal
Hanacpachap cussicuinin--- Anónimo
Guarda la fiera--- Antonio de Salazar (1650-1715)
Un relox ha visto Andrés--- Gaspar Fernández (1570-1629)
Zagalejo de perlas--- Gaspar Fernández
A este sol peregrino--- Tomás de Torrejón y Velasco (1644-1728)
Hermoso amor--- Juan García de Céspedes (1619-1678)
Tambalagumbá--- Juan Gutiérrez de Padilla (1590-1664)
Vaya de música, Orfeos--- Anónimo (1752)
Xicochi xicochi--- Gaspar Fernández
Corderito ¿por qué te escondes?--- Juan de Araujo (1646-1712)
La chacona me piden vaya--- Fray Manuel Blasco (1628-1695)
Tleycantimo choquiliya--- Gaspar Fernández
Notas al Programa
El Himno procesional, en lengua quechua, dedicado a la Virgen María Hanacpachap Cussicuinin (Alegría del Cielo), es la primera obra polifónica publicada en el Nuevo Mundo y sirve como una magnífica introducción al programa que dedicamos a la riqueza musical surgida
del mestizaje social y cultural que se produjo en las tierras del Nuevo Mundo.
Recogemos en nuestro programa obras que surgen de diversas influencias. Por un lado, el estilo español-europeo de compositores que acudieron a ocupar los puestos de maestros de capilla en las catedrales de las principales ciudades del Nuevo Mundo (Lima, Puebla, México, La Plata), durante los siglos del XVI al XVIII. Por otro lado, estos músicos incorporan a sus composiciones la influencia de los nativos americanos que, según las crónicas, demostraban un gran dominio instrumental y vocal. Posteriormente, la llegada de los esclavos negros provenientes de África, aportará nuevos y ricos matices a muchas de estas obras.
Esta música nace con un objetivo muy importante, el acercar los ritos católicos a las poblaciones indígenas y de este modo, usar la evangelización como una forma más de conquista de estas nuevas tierras.
Con esta combinación y mezcla de elementos, la producción musical de América comienza a tener matices que la diferencian del barroco europeo que se estilaba en España, muy influenciado a su vez por el barroco italiano y francés. De esta forma, el Villancico se mantenía como un género muy popular en América en los albores del siglo XVIII, mientras en España era apartado de los oficios religiosos, imponiéndose los nuevos gustos franceses e italianos, que llegarían posteriormente al Nuevo Mundo. La importancia del villancico viene dada por la popularidad que estos tenían entre la población mestiza americana, para los que este género resultaba mucho más cercano que las misas y motetes en latín.
La obra Guarda la fiera del compositor Antonio de Salazar, maestro de capilla de la catedral de Puebla, es un ejemplo de cómo se seguía cultivando el villancico en los albores del siglo XVIII. Esta es una de las pocas composiciones profanas que se conservan del periodo virreinal.
Gaspar Fernández, nacido en Évora, desarrolló la mayor parte de su carrera musical como maestro de capilla en las catedrales de Guatemala y Puebla, donde falleció, y dejó un ingente legado de más de 300 composiciones, entre motetes, villancicos y canzonetas en latín, español, portugués y negrillo (una especie de dialecto que no era otra cosa que una imitación un poco burlesca, de cómo los negros de las colonias americanas pronunciaban el castellano). De este prolífico compositor incluimos en nuestro programa cuatro villancicos, Un relox á visto Andrés,
Zagalejo de perlas (con texto de Lope de Vega) y Xicochi y Tleycantimo Choquiliya, ambos con texto en lengua Nahuatl.
Quizás uno de los compositores más notables de esta España virreinal y sin duda de los más elogiados e interpretados, es Tomás de Torrejón y Velasco. Nacido en Villarobledo viajó al nuevo Mundo en 1667, convirtiéndose en maestro de capilla de la Catedral de Lima, cargo que ocupó hasta su muerte. Torrejón sin duda ha pasado a la historia de la música como el autor de la primera ópera representada en el Nuevo Mundo, La Púrpura de la Rosa, estrenada en Lima en 1701. De este autor Incluimos en el programa la obra A este sol peregrino, villancico dedicado a San Pedro Apóstol.
Con Juan García de Céspedes, tenemos un claro ejemplo del alto nivel que alcanzaron los compositores nativos del Nuevo Mundo. Desempeñó en la catedral de Puebla todos los servicios, desde niño cantor, maestro de mozos, cantor, asistente del maestro, confesor, hasta
llegar al puesto de maestro de capilla, sin embargo, se conservan muy pocas obras suyas. Entre estas se encuentra Hermoso Amor.
Precisamente, Céspedes sustituyó en la catedral de Puebla como maestro de capilla al malagueño Juan Gutiérrez de Padilla que emigró a México en 1622, donde falleció en 1664. Fue autor de más de mil obras conservadas tanto en latín como en lengua vernácula. De Gutiérrez de Padilla se incluye la obra Tambalagumbá, un villancico de negros o guineo, ejemplo claro de este tipo de composiciones que incluyen el uso de onomatopeyas, cadenas de sílabas y palabras sin sentido, así como el uso del español bozal, es decir, el peculiar habla castellana de los esclavos africanos en América.
Incluye también el programa un género musical muy peculiar, la chacona. Se trata de una danza cantada muy de moda en la España y Europa del XVI y XVII y que según muchos estudios, parece tener su origen en los territorios españoles en el Nuevo Mundo. Se interpretará pues de Fray Manuel Blasco La Chacona me piden, vaya.
Se completa el programa con la obra Anónima a doble coro Vaya de música, Orfeos, y el villancico dedicado al Corpus, Corderito ¿por qué te escondes?, del extremeño Juan de Araujo, que ocupó entre otras, la plaza de maestro de capilla en Lima y La Plata.
Javier Serrano