Durante la intervención de 2012 se recuperó en el Dolmen de Soto un ídolo de hueso oculado de morfología subcilíndrica ofrendado en una estructura votiva en la entrada del monumento megalítico. Esta figurilla elaborada sobre un hueso largo está recortada en ambas extremidades: parte superior trabajada modo de cabeza de mayor anchura y parte inferior aserrada en ángulo recto y más estrecha. Su interior está hueco. En la extremidad superior evidencia dos "ojos-soles" ligeramente asimétricos y compuestos por dos círculos incisos de grosor fino, de los que salen líneas oblicuas a modo de pestañas. Su superficie es de tonalidad oscura, posiblemente por la aplicación de pigmentos negros débilmente conservados. Presenta similitudes con otros soportes del mediodía peninsular e incluso con las cajas o contenedores de hueso documentados en el sitio de La Orden-Seminario.

Su deposición en el interior de la fosa coincide con la fase de máxima actividad funeraria y ritual del dolmen, acaecida ca. 2600-2300 cal a.C. En esta cronología se encuadran la mayoría de los ajuares funerarios registrados en las excavaciones antiguas y se asistió al retratamiento de los soportes del interior de la galería como estelas armadas, algunas de ellas oculadas, caracterizadas por los rasgos antropomorfos, los atributos personales y las armas: puñales y hachas