En 1945 en la casa número 18 de Fray Juan Pérez, en el barrio de san Sebastián, un desprendimiento motivado por un rebaje en el cabezo, en la parte posterior de la casa, deja al descubierto una serie de objetos cerámicos y un vaso de bronce.

Los protagonistas del hallazgo guardaron y documentaron los materiales como pudieron. Quedando inédito el hallazgo hasta que 15 años después se puso en conocimiento de Elena Orta y Juan Pedro Garrido. En ese mismo año hacen una exploración por la zona y comprueban que el pozo correspondiente a la sepultura, aún se conserva. Excavan la tumba y pudieron recuperar el resto del material contenido en el pozo.

Los resultados del hallazgo y de la consecuente excavación para documentar la tumba y recuperar los materiales contenidos en ella dará paso a sucesivas campañas de intervención en la zona donde se localiza una de las necrópolis ¿tartesias¿ más importantes del occidente europeo. La riqueza de sus ajuares expresa el poder político de las élites que habitaban Huelva en el siglo VII a.C. lo que la califica según algunos autores como cementerio de una ¿dinastía real¿ o necrópolis ¿principesca¿.

Vaso a chardon de cerámica a torno de color anaranjado. Su forma es de cuello amplio y acampanado con el cuerpo bajo de tendencia esférica y fondo plano. Fechado en el del siglo VII a.C.

Depositado a modo de tapadera sobre los restos de cremación del segundo nivel funerario de la tumba 24, por tanto su función es la de urna cineraria.

Tumba de planta ovalada y sección en cubeta, localizada en el sector noroeste del cabezo de La Joya en paralelo con la calle fray Junípero Serra, documentada durante la campaña de 2019: Actividad arqueológica puntual en el cabezo de La Joya (Huelva).