Obras Singulares
La Prudencia
Juan de Mesa (Córdoba, 1538 - Sevilla, 1627)
Madera tallada y policromada, 1618
85,5 x 74 x 39 cm
Desamortización (1840)
Procedencia
Comentario
La representación de las virtudes cardinales, tomadas del mundo grecolatino en la que eran virtudes morales, es frecuente en la iconografía cristiana. El museo conserva una serie en la que aparecen La Templanza, La Fortaleza, La Justicia y esta que comentamos, atribuídas al escultor Juan de Mesa aunque hasta hace poco se habían considerado como de un desconocido Juan de Solís. Estas cuatro figuras alegóricas decoraban los remates de los retablos colaterales del coro de legos de la cartuja sevillana y se disponen sobre un plano inclinado. A pesar de su identificación con estas virtudes, a falta de un documento o descripción que lo acredite de manera fehaciente, lleva a pensar que tal vez personifiquen otras virtudes relacionadas con la vida monástica o con la orden cartuja en concreto.
La virtud de la prudencia está concebida como una joven recostada que apoya su cuerpo con el brazo derecho mientras que con la mano izquierda sostiene cuidadosamente una paloma. Su exquisita cabeza, de dulce expresión y rostro ensimismado y bello, que dirige un gesto amable hacia la paloma y la representación de su poca edad, hace que pueda considerarse como una plasmación ideal de la Juventud o también de la Humildad o la Pureza, ya que estas también aparecen con frecuencia asociadas al atributo de la paloma. Por su suave modelado puede ser considerada una de las más hermosas de la serie.