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Retrato de Jorge Manuel...
Retrato de Jorge Manuel Theotocópuli Domenico Theotocopoulos, el Greco (Candía, Creta, 1541 - Toledo, 1614) Retrato de Jorge Manuel Theotocópuli, hacia 1600-1605 Óleo sobre lienzo, 74 x 50,5 cm Donación de la infanta María Luisa Fernanda de Borbón (1897) Procedencia Colección de los Duques de Montpensier. Palacio de San Telmo. Sevilla Comentario Este excelente retrato, aunque es la única obra del Greco que conserva el museo, ofrece la singularidad de ser una creación excepcional dentro de su producción por tratarse de un importante testimonio de su vida familiar. Aunque durante todo el siglo XIX fue considerado como autorretrato del pintor, hoy se acepta por la mayoría de los investigadores que el representado es Jorge Manuel, único hijo del Greco, arquitecto, escultor y pintor como su padre. Ejerce un poderoso atractivo la esbelta y distinguida figura que está vestida según la moda española del momento, grave y elegante, con jubón negro y aparatosa golilla encañonada. Además de ser uno de los retratos de mayor vivacidad expresiva y elegante sobriedad de su autor, la obra tiene el interés de subrayar la dignidad del arte de la pintura frente a otros oficios serviles con los que se equiparaba. Lo corrobora el distinguido gesto en el manejo del pincel y la elegante postura con que sostiene la paleta y el haz de pinceles, como indicando que se trata de un arte de caballeros. La factura es fluida y esmerada, con más empastes en las zonas de luz mientras que en otros lugares como en la gola, el pincel apenas roza el lienzo. La gama de colores empleada es muy reducida: blanco, bermellón, ocre y negro. Imagen en alta resolución. (Google Arts & Culture)
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Donación de tres obras al pastel de Manuel González Santos...
Autorretrato Manuel González Santos (Sevilla, 1875 - 1949) Autorretrato, 1932 Pastel. 60 x 64 cm. Donación de Adela Perea González, 2012 La obra es una de las escasas representaciones que realizó de sí mismo. Presenta el interés añadido de ser un autorretrato que se suma a los ya existentes de pintores sevillanos que forman parte de los fondos del museo. Así, se conservan, entre otros, los de Antonio María Esquivel, José Villegas Cordero, José Jiménez Aranda, Gustavo Bacarisas, Alfonso Grosso, o los retratos de José García Ramos y Gonzalo Bilbao. En definitiva, a la calidad técnica de esta obra se une su interés iconográfico para un museo vinculado esencialmente a la escuela sevillana. Manuel González Santos (Sevilla, 1875 - 1949) Retrato de su mujer Adela Narbona, 1932 Pastel. 60 x 64 cm. Donación de Adela Perea González, 2012 Esta pintura forma pareja con el autorretrato anterior, también fechado el mismo año. Como en él, el autor ha prescindido de elementos anecdóticos. Utiliza un fondo neutro oscuro para centrarse en la representación de la cabeza, modelada con gran veracidad y un indudable dominio técnico. El género del retrato ocupa un lugar significativo dentro de la producción del artista. La procedencia familiar nos permite conocer, además, obras suyas ejecutadas con más libertad que las realizadas por encargo. Manuel González Santos (Sevilla, 1875 - 1949) A orillas del lago, 1914 Pastel. 104 x 74 cm. Donación de Adela Perea González, 2012 Vinculada a su formación académica, esta obra es reflejo, como los retratos, de su dominio de la técnica del pastel. La filiación académica de esta pieza no es obstáculo para que esté resuelta con soltura en el dibujo y acertada iluminación. Sin ser clave en su producción, nos aporta datos sobre el tratamiento artístico que su autor da al género del desnudo y sobre su proceso formativo en la Sevilla de final del siglo XIX. Galería de imágenes Autorretrato Retrato de su esposa Adela Narbona A orillas del lago
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y Santiago Martínez y y dos esculturas de Manuel Delgado Brackembury...
Retrato de María Belén Delgado Llorach Alfonso Grosso Sánchez (Sevilla, 1893-1983) Retrato de María Belén Delgado Llorach, 1944 Óleo sobre lienzo. 144 x 114 cm. Donación de María, Ignacio y Miguel de Oyarzábal Delgado, 2018 Alfonso Grosso realiza su formación en la Real Academia de Bellas Artes de Santa Isabel de Hungría de Sevilla, siendo discípulo de José García Ramos y Gonzalo Bilbao, por el que siente una particular admiración. A partir de 1910 comienza a pintar patios, jardines y bodegones, y se inicia en una temática que le dará sus mayores logros artísticos y reconocimiento: la pintura de interiores conventuales. Sin embargo, a lo largo de su trayectoria pictórica, otro de los géneros que le proporciona mayor fama y acogida por el público sevillano es el retrato. En esta pintura aparece representada María Belén Delgado Llorach, hija de Manuel Delgado Brackembury y Carmen Llorach Dolsa, y esposa de Gonzalo Santa Cruz y Bahía, Barón de Andilla. María Belén nace en 1919, contando unos 25 años de edad cuando es retratada en esta obra por Alfonso Grosso. La elegancia de la postura, la delicadeza de los rasgos de la modelo, exquisitamente ataviada con un vestido de cóctel negro con transparencias, y cubierta por un chal de piel, así como la sutil iluminación cálida que la envuelve, se combinan para crear una obra que refleja perfectamente la distinción de la retratada y su elevada posición social. José Gutiérrez de la Vega (Sevilla, 1791- Madrid, 1865) Retrato de caballero, hacia 1829 Óleo sobre lienzo, 124 x 96 cm. Donación de María, Ignacio y Miguel de Oyarzábal Delgado, 2018 José Gutiérrez de la Vega es considerado unos de los más importantes pintores románticos del influyente núcleo sevillano. Los rasgos murillescos de su primera etapa, que se dejan sentir en sus temas predilectos, la pintura religiosa o el tema costumbrista, dejan paso en su madurez profesional a su preferencia por el retrato. Será clave en este campo su viaje a Madrid, donde se convierte en uno de los retratistas más demandados por la nobleza, la burguesía y la intelectualidad madrileña. Gutiérrez de la Vega fue uno de los fundadores de la Academia de Bellas Artes de Santa Isabel de Hungría de Sevilla. Este Retrato de Caballero, debió ser realizado por Gutiérrez de la Vega hacia 1829, durante una estancia en Cádiz, donde el pintor, motivado por la amistad que le unía con el que fuera cónsul de Inglaterra en la ciudad gaditana, John MacPherson Brackembury, realizó varios retratos de la familia. Aunque las condecoraciones en el pecho y la permanencia del retrato en la familia parecen evidenciar que el personaje guarda relación de parentesco con los Brackembury, el retratado aparece representado con una indumentaria que rememora la propia del siglo XVII, y en su pecho aparen tres condecoraciones difícilmente identificables, probablemente británicas y pertenecientes a la familia de larga tradición diplomática vinculada con España. Santiago Martínez Martín (Villaverde del Río, Sevilla, 1890 - Sevilla, 1979) Retrato de Manuel Delgado Llorach, hacia 1929 Óleo sobre lienzo. 46 x 42 cm. Donación de María, Ignacio y Miguel de Oyarzábal Delgado, 2018 Santiago Martínez inicia su formación artística en la Academia de Bellas Artes de Santa Isabel de Hungría de Sevilla donde fue discípulo de Gonzalo Bilbao y José García Ramos. Sin embargo será Joaquín Sorolla, al que conoce en Sevilla en 1914, el pintor que influenciará su obra de un modo decisivo. La técnica de pincelada suelta propia del Impresionismo y la luminosidad de su pintura, son, sin duda, herencia del valenciano, siendo, dentro de su generación, el andaluz más vinculado a este estilo. Sus temas más logrados son la pintura de paisajes y el retrato. El personaje representado en esta obra es Manuel Delgado Llorach, hijo de Manuel Delgado Brackembury y hermano de María Belén, pintada por Grosso en 1944 y esculpida por el padre de ambos hacia 1927-1928. La relación de ambos artistas, Santiago Martínez y Delgado Brackembury, enraiza con el encargo de la Fuente Hispalis de la Puerte Jerez, cuyo diseño se encarga al primero, y cuya ejecución realiza el segundo. Y es quizá en estos años en los que se deba fechar este retrato del pequeño Manuel. El retrato infantil presenta las características propias del estilo del pintor, enormemente influenciado por la modernidad técnica de su maestro Sorolla. El carácter familiar y desenfadado que trasmite la obra, materializada en las pinceladas gruesas, no resta sin embargo ni un ápice de credibilidad a la captación psicológica del modelo. Manuel Delgado Brackembury (Las Cabezas de San Juan, Sevilla, 1882 - Sevilla, 1941) Retrato de María Belén Delgado Llorach, hacia 1927-1928 Barro cocido y patinado en color bronce. 46 x 32 x 24 cm. Donación de María, Ignacio y Miguel de Oyarzábal Delgado, 2018 Busto de niña, 1905 Bronce. 59 x 43 x 28 cm. Donación de María, Ignacio y Miguel de Oyarzábal Delgado, 2018 Las magníficas aptitudes para el modelado que se vislumbra desde niño en Manuel Delgado Brackembury, hace que se forme tanto en Madrid como en Barcelona de la mano de los principales escultores del panorama nacional: Mariano Benlliure, Agustín Querol y Josep Llimona. La impronta academicista y el mundo clásico, anclados en el pasado, serán constantes en toda su producción. Una de sus más importantes etapas es la de su trabajo para la Exposición Iberoamericana de Sevilla de 1929, en la que se hace cargo de importantes grupos escultóricos para el Parque de María Luisa. El primero de los dos retratos es el de la hija del escultor, María Belén, a una edad de unos siete u ocho años. Aunque, a pesar de ser un retrato familiar e infantil, el aire melancólico de la modelo le confiere una cierta frialdad, el artista afronta la factura de la misma no al gusto clásico sino de una manera más desenfadada, casi abocetada, que deriva de ese cariz familiar, plasmando el detalle anecdótico del peinado con flequillo recogido por un lazo lateral. En el segundo retrato, el Busto de niña, destacan su sobriedad y sencillez de ejecución. La niña aparece con un ademán ausente y con una posición de marcada frontalidad, que le confiere una falta de sentimiento inusual en los retratos infantiles, más dados a ser campo de experimentación para los artistas para representar la gestualidad propia de los niños. En este caso se desconoce la identidad de la retratada, aunque la pertenencia ininterrumpida de la obra a la familia hace pensar en la posibilidad de tener relación con la familia Brackembury. Galería de imágenes Santiago Martínez. Retrato de Manuel Delgado Llorach. Gutiérrez de la Vega. Retrato de caballero Manuel Delgado Brackembury. Retrato de María Belén Delgado Llorach Manuel Delgado Brackembury. Retrato de niña
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Casa Museo de Manuel de Falla de Granada...
Casa Museo de Manuel de Falla de Granada http://www.manueldefalla.org/ ( Nueva ventana )
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Lo que no te puedes perder
1.-San Jerónimo penitente de Pietro Torrigiano (sala 2). Ver 2.-Retrato de Jorge Manuel Theotocopouli de El Greco (sala 2). Ver 3.-Retrato de Cristóbal Suárez de Ribera de Diego Velázquez (sala 4). Ver 4.-La apoteosis de santo Tomás de Aquino de Francisco de Zurbarán (sala 5). Ver 5.-El conjunto para el convento de Capuchinos. En el lugar más emblemático del museo se encuentra el conjunto que Bartolomé Esteban Murillo pintó para iglesia del Convento de los Capuchinos de Sevilla. Estaba formado por las obras del retablo mayor y los altares de las capillas laterales, realizadas entre 1665-1668, años de plenitud artística del pintor. Santa Justa y Rufina, San José con el Niño, San Juan Bautista, San Félix de Cantalicio con la Virgen y el Niño, San Leandro y san Buenaventura o San Antonio de Padua con el Niño son algunas de las obras que formaban el retablo mayor. Piedad, San Francisco abrazado a Cristo, Santo Tomás de Villanueva dando limosna a los pobres, la Inmaculada del Padre Eterno o La adoración de los pastores formaban parte de las capillas laterales. La Virgen de la Servilleta se encontraba en el refectorio y la Inmaculada Niña en el coro bajo (sala 5). 7.-Las tentaciones de san Jerónimo de Juan Valdés Leal (sala 8). Ver 6.-San Hugo en el refectorio de Francisco de Zurbarán (sala 10). Ver 8.-La muerte del maestro de José Villegas (sala 12). Ver 9.-Las cigarreras de Gonzalo Bilbao (sala 12). Ver 10.-Sevilla en fiestas de Gustavo Bacarisas (sala 13). Ver San Antonio de Padua con el Niño (detalle). Bartolomé Esteban Murillo
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Pedro de Campaña en el retablo de Triana, la restauración del IAPH
Catálogo de la exposición celebrada en el Museo de Bellas Artes de Sevilla (30 junio - 17 octubre 2010) Detalle de la obra San Jorge y el dragón Publicación realizada con motivo de la restauración del retablo mayor de la iglesia de Santa Ana de Triana de Sevilla y su posterior exposición en el Museo de Bellas Artes de Sevilla entre el 30 de junio y el 17 de octubre de 2010. Editado por el Instituto Andaluz de Patrimonio Histórico, 2010.
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El Conde de Urgel en poder de los hombres del Rey Fernando de Antequera
El Conde de Urgel en poder de los hombres del Rey Fernando de Antequera José María Tamburini y Dalmau (Barcelona, 1856 - 1932) El Conde de Urgel en poder de los hombres del Rey Fernando de Antequera, 1891 Óleo sobre lienzo, 185 X 225 cm Donación Antonio Girona Godó, 2009 El Conde de Urgel, aspirante a la corona de Aragón, se rebeló contra Fernando de Antequera, proclamado rey en el Compromiso de Caspe tras la muerte del rey Martín I, el Humano. La sublevación terminó sin éxito, siendo el conde despojado de sus dominios y condenado a prisión perpetua. En la obra se percibe una gran destreza técnica así como una magnífica exactitud en la descripción de los detalles representados. También es destacable la intensa brillantez de su colorido y la equilibrada composición en la que se desenvuelve la dramática escena. José María Tamburini y Dalmau se formó en la Escuela de Bellas Artes de San Jorge de Barcelona, ampliando su formación en París, con León Bonnat, Londres y Roma, junto a los continuadores de Fortuny. Compaginó su labor de pintor con actividades como ilustrador y crítico literario dentro de la corriente cultural catalana Renaixença. Su obra pictórica formó parte de exposiciones nacionales e internacionales en las que obtuvo importantes reconocimientos. En concreto, esta obra fue premiada en la Exposición General de Bellas Artes de Barcelona de 1891. En su producción se distinguen dos etapas: la primera está fundamentada en la pintura de historia y en ella el autor hace gala de un gran dominio técnico; la segunda, influenciada por el estilo plástico imperante en Cataluña, le llevaría a los preceptos del Modernismo. Su obra condensa la influencia decimonónica de la pintura de historia junto a ciertas maneras prerrafaelitas.
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Boleras del beso
Boleras del beso Manuel Rodríguez de Guzmán (Sevilla, 1818-Madrid, 1867) Boleras del beso. Hacia 1850 Óleo sobre lienzo. 84 x 104 cm. Adquisición de la Junta de Andalucía para su depósito en el Museo de Bellas Artes de Sevilla. Dentro de la producción de Manuel Rodríguez Guzmán, son comunes este tipo de representaciones que gozaban de gran demanda entre el público burgués. En ellas suele aparecer una o varias bailaoras, como centro de atención de la composición, en medio de un grupo de personas que las jalean o tocan instrumentos. En la obra están bailando un tipo de baile denominado boleras del beso porque al cruzarse las bailarinas se dan un beso, tal y como describen algunos viajeros en la década de 1850. Atendiendo a la técnica y ejecución, Luis Méndez data la obra en torno a 1850, coincidiendo con otras similares del mismo autor. Con la adquisición por parte de la Junta de Andalucía de esta obra, se incide en el objetivo de completar la colección del XIX del museo.
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Asociación de amigos
La Asociación de Amigos del Museo nace en 1982 para canalizar los esfuerzos de un grupo de personas privadas en beneficio del museo. Colaboran con el museo en diversos campos, destacando además por el propio programa de actividades culturales que ofrece a las personas asociadas. La colaboración con el museo se canaliza a través de los siguientes aspectos: Adquisición y donación de fondos para el museo, como han sido los dos cuadros de Manuel Cabral Bejarano Baile en un salón y Baile en una caseta de feria. La colaboración en la organización de actividades como el programa Ver un Cuadro. La organización de cursos, seminarios y conferencias Las ventajas que ofrece pertenecer a la asociación son principalmente: Asistencia a conferencias, cursos y seminarios organizados en exclusiva para las personas asociadas. Participación en viajes nacionales e internacionales y visitas culturales. Reducción en un 50% en el precio de entrada de los museos de titularidad estatal. Recepción información periódica sobre las actividades programadas. Presidente Ignacio Villa Información Teléfono 954 560956. En la sede de la Asociación, que se encuentra en el propio museo, en el siguiente horario: Martes: de 18,00 a 20,00 hrs. Miércoles, jueves y viernes, de 11 a 13,00 hrs. Pagina web de la Asociación http://www.amigosmuseobbaasevilla.com (nueva ventana) Baile en un salón, Manuel Cabral Bejarano. Donado por la Asociación de Amigos del museo.
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Retrato de Mercedes Llorach
Retrato de Mercedes Llorach Retrato de Mercedes Llorach, 1901 Ramón Casas i Carbó (Barcelona, 1866 - 1932) Óleo sobre lienzo, 73 x 61 cm Depósito del Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, 2022 Retrato de juventud de la esposa del escultor sevillano Manuel Delgado Brackenbury, del que el museo posee obra, y madre de Belén Delgado Llorach, representada en la colección permanente gracias a un retrato de Alfonso Grosso y una escultura de su padre, y de Manuel Delgado Llorach, cuyo retrato por Santiago Martínez forma parte también de los fondos del museo desde 2018 gracias a la donación de María, Ignacio y Miguel de Oyarzábal. La obra, alegre y luminosa, transmite naturalidad. Excepto por el oscuro cabello, el colorido de claros tonos pastel es el gran protagonista junto con el libre tratamiento de la pincelada. Muy elocuente en este sentido resulta el vestido blanco, realizado con múltiples tonos de ocres y rosas aplicados con amplios y expresivos toques cargados de materia. El rostro, sin embargo, se resuelve con pinceladas más apretadas para individualizar los rasgos de la retratada, que se presenta ante un fondo ligeramente modulado en el que un espejo con su sombra, la única que se aprecia en la composición, ayuda a crear el espacio circundante.
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Autorretrato
Autorretrato Antonio Cabral Bejarano (Sevilla, 1798-1861) Autorretrato, 1851 Óleo sobre lienzo. 55 x 42 cm. Donación Alfonso Lasso de la Vega, 2013 Antonio Cabral Bejarano desarrolló su carrera profesional en la capital hispalense donde fue considerado el pintor más importante del momento, recibiendo casi todos los encargos, tanto religiosos como civiles. Gracias a una donación familiar entró en la colección permanente este retrato del que fue promotor de la fundación del Museo de Sevilla tras la desamortización y su primer director. Bajo su mandato comienzan en 1840 los trabajos de adaptación del inmueble cedido, la Casa Grande de la Merced, para la instalación de este museo y la construcción del paseo situado frente a el, la actual Plaza del Museo. Cabral realizó también el primer inventario de la colección fundacional. Él mismo fue un pintor romántico y costumbrista destacado en su momento, profesor y director de la Escuela de Bellas Artes de Sevilla y padre de Francisco y Manuel Cabral que se formaron en su taller, junto a los también pintores Manuel Barrón y Valeriano Domínguez Bécquer. Su Autorretrato se enmarca dentro de la corriente romántica. Con el cuerpo levemente girado hacia su derecha, pero con la mirada fija al frente, expresando cierta severidad en el rostro, se presenta en edad ya madura constituyendo un claro ejemplo de retrato decimonónico.
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Colección Casa de Alba
Catálogo de la exposición Colección Casa de Alba celebrada en el Museo de Bellas Artes de Sevilla (15 de octubre de 2009 - 10 enero 2010) Portada Contiene, además de las fichas catalográficas de cada una de las obras que participan en la exposición, los siguientes artículos: - Crónica de la Casa de Alba por José Manuel Calderón Ortega - Las colecciones de Alba en el Palacio de Liria por Leticia de Frutos Sastre - El Grand Tour de un duque de Alba por Allegra Papa - La historia recuperada. Vicisitudes del Palacio de Liria durante la Guerra Civil española por María del Valme Muñoz Rubio - Perpetuar la memoria: retratos de la Casa de Alba por Ignacio Hermoso Romero - Una aproximación a la colección de escultura del Palacio de Liria por Leticia Azcue Brea Más información
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El siglo XIX
El arte del siglo XIX supone un cambio radical respecto al de siglos anteriores ya que los asuntos de temática religiosas pierden su preminencia mientras que otros géneros como la pintura de historia, el retrato, el paisaje o la temática costumbrista se consolidan. El retrato se cultiva con profusión desde el Romanticismo. La sociedad española sufre una transformación económica que posibilita la pujanza de la clase social burguesa que aspira a perpetuarse por medio del retrato y buen ejemplo de ellos son el Retrato del señor Bojons o el Retrato del niño Carlos Pomar de Margrand, ambos de Antonio María Esquivel, el mejor retratista de su época. Pero si hay que destacar un retrato romántico por excelencia es el que Valeriano Bécquer realiza a su hermano el poeta Gustavo Adolfo, magistral obra realizada de manera más espontánea, menos encorsetada. Más avanzado el siglo, se exponen el Retrato de Irene realizado por su padre, el pintor José Jiménez Aranda, y algunos de los que José Villegas Cordero realizó a lo largo de toda su vida de su mujer Lucia Monti, así como el que realizase del escultor Ercole Monti. El paisaje adquiere carta de naturaleza como género independiente en esta época. Manuel Barrón es el máximo exponente del paisaje romántico andaluz. La serranía de Ronda le servirá de localización para sus escenas de contrabandistas y pintorescas figuritas de bandoleros y gitanas que deambulaban por esos parajes como se ve en La Cueva del Gato. Más avanzado el siglo, se puede apreciar la evolución de este género a través de tres obras plenamente realistas: Vista de la Catedral de Sevilla desde el Guadalquivir de Jiménez Alpériz, Triana, de Sánchez Perrier o Vista de Sevilla de Manuel García Rodríguez, cuyos autores participaron en la Escuela de Alcalá que agrupó a los pintores que, a finales de siglo, se acercaron a las riberas del río Guadaíra para pintar directamente de la naturaleza. Otros géneros, como la pintura de historia o el orientalismo, están también representados con las obras Los Reyes Católicos recibiendo a los cautivos cristianos tras la conquista de Málaga, de Eduardo Cano o Emboscada Mora de Fernando Tirado aunque, sin duda, el costumbrismo es el que más importancia tuvo en la pintura sevillana ya que se prolongó hasta bien entrado el siglo XX. Surge en la época romántica, de la que el museo exhibe Baile en una caseta de feria de Manuel Cabral Bejarano, Pareja de majos de José Gutiérrez de la Vega y Baile en una taberna de Manuel Rodríguez de Guzmán. En la segunda mitad de siglo es José García Ramos el artista que mejor supo captar el temperamento de tipos populares y escenas de la vida cotidiana, reflejada en obras como Pareja de baile, Hasta verte Cristo mío, Malvaloca o El niño del violín. Salas 12 y 13 Boceto para Las Cigarreras (detalle). Gonzalo Bilbao
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¡Atrévete con los nuevos puzles de las obras del museo!
¡Atrévete con los nuevos puzles de las obras del museo! Virgen de la servilleta, de Bartolomé Esteban Murillo San Jerónimo penitente, de Pietro Torrigiano Retrato de María Roy recostada en el diván, de Gonzalo Bilbao Marina, de Guillermo López Gil Verano, de Francisco Barrera Jardín de la Isla (Aranjuez), de Javier Winthuysen Chumberas en flor, de José Arpa Playa de Rota, de Manuel Villalobos Vista de la Catedral de Sevilla desde el Guadalquivir, de Nicolás Jiménez Alpériz: Una noche de verano en Sevilla, de Gonzalo Bilbao Monaguillo, de Alfonso Grosso Tríptico del Ecce Homo, del Maestro de Loteta José recibido en Heliópolis, de Francisco Gutiérrez Retrato Lucia Monti de José Villegas Las bodas de Caná, de Matías de Aretaga
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Tesoros del MBASe. Próximas sesiones
Tesoros del MBASe. Próximas sesiones El programa Tesoros del MBASe propone un recorrido cronológico por la Historia y el Arte de nuestra ciudad desde la Edad Media hasta el siglo XX, tomando como referencia la colección permanente del Museo de Bellas Artes de Sevilla. Próximas sesiones Romanticismo y Costumbrismo: 25, 26, y 27 de abril. Inscripción online Retrato de Gustavo Adolfo Bécquer (1862), Valeriano Domínguez Bécquer La Cueva del Gato (1860), Manuel Barrón y Carrillo La muerte del maestro (1910), José Villegas Cordero Para las sesiones presenciales las reservas se realizan desde media hora antes del comienzo en el punto de información del Museo de Bellas Artes de Sevilla (máximo 2 por persona). Consulta el programa completo
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Vista de Sevilla
Vista de Sevilla Manuel García Rodríguez (Sevilla 1863 - 1925) Vista de Sevilla, 1896 Óleo sobre lienzo. 39,5 x 74,5 cm. Adquirido por la Junta de Andalucía para su depósito en el Museo de Bellas Artes de Sevilla, 2005 García Rodríguez pertenece al grupo de pintores sevillanos pioneros en la pintura de paisaje conocido como la Escuela de Alcalá. Este grupo frecuentaba los aledaños y extramuros de esta localidad sevillana, cuyos rincones y vistas de las orillas del Guadalquivir convirtieron en una constante dentro de su producción. García Rodríguez, en un ejemplo típico de su obra pictórica, nos presenta un paisaje de los alrededores de Sevilla, ciudad que también representó en multitud de pinturas tomando preferentemente como tema las vistas del río y los encuadres del puerto. La obra adquirida es la primera de este autor que ingresa en la colección del museo. Imagen en alta resolución (Google Arts & Culture)
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El agua en la pintura andaluza
Catálogo de la exposición realizada en el Museo de Bellas Artes de Sevilla (24 mayo - 22 julio 2007) Portada Contiene los siguientes textos: Reflejos del agua en la pintura andaluza (Vol. I): Espejo universal del agua.- José Manuel Caballero Bonald El agua en al pintura andaluza.- José Mª Fernández-Palacios Carmona La Cultura del agua y la pintura andaluza.- Juan Fernández Lacomba El agua recurso natural.- Miguel Delibes Castro El agua en los géneros de la pintura andaluza.- Ignacio Henares Cuéllar Algunas notas sobre Andalucía y lo andaluz en la poesía del agua.- Carlos d'Ors El agua en la cultura popular de Andalucía.- Pedro A. Cantero Los paisajes del agua en Andalucía.- Florencio Zoido Naranjo El agua: un activo económico para Andalucía.- Antonio-Miguel Bernal Hacia una nueva cultura del agua.- Pedro Arrojo Agudo Consideraciones socioecológicas para la gestión sostenible del agua en Andalucía.- Hermenelindo Castro Nogueira Catálogo de obras Realidades del agua en Andalucía (Vol. II) La nueva administración andaluza del agua: el reto de la gestión.- Juan Corominas Masip Agua y medio ambiente: una visión desde Andalucía.- Juan Manuel Suárez Japón Las imágenes del agua.- Juan López Martos El agua en Andalucía: mitos y realidades.- María José Polo y Miguel A. Losada El agua oculta de Andalucía.- Antonio Castillo Martín El espacio forestal andaluz, un monte productor de recursos hídricos.- Francisco Salas Trujillo Agua y territorio en Andalucía.- Ignacio Pozuelo Meño Agua y agricultura, secanos y regadíos.- Juan Corominas Masip Agua y energía.- Francisco Javier Sáez Fernández El agua en las ciudades.- Damián Álvarez Sala Gestión del agua en el medio urbano de Andalucía.- Fernando Martínez Salcedo Los abastecimientos urbanos de agua en Andalucía: prioridad social y responsabilidad ciudadana.- Leandro del Moral Ituarte La aceptación de los límites: nuevo paradigma del siglo XXI.- Fernándo Sancho Royo
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Baile en una taberna
Baile en la taberna Manuel Rodríguez de Guzmán (Sevilla, 1818 - Madrid, 1867) Baile en la taberna, 1854 Óleo sobre lienzo. 62,5 x 83 cm. Adquisición de la Junta de Andalucía para su depósito en el Museo de Bellas Artes de Sevilla, 2005 Obra del pintor sevillano del siglo XIX, Manuel Rodríguez de Guzmán, especialista en pinturas de tema costumbrista. La escena es típica de su producción con la habitual presencia de majos, bailarinas y demás personajes populares. Estas escenas fueron muy apreciadas por la clase alta local y por los viajeros extranjeros que visitaban Sevilla, que veían en ellas una imagen idílica de Andalucía, próxima a su mentalidad romántica. La obra adquirida, primera de este pintor que ingresa en las colecciones del Museo, permite ofrecer a visitantes e investigadores una visión más completa de la pintura romántica sevillana, en la que el costumbrismo es elemento fundamental. Todos los elementos de este tipo de pintura están presentes. Así sucede con la indumentaria de los personajes ataviados con trajes típicos, ellos con sus sombreros llamados calañeses o catites, chaquetilla corta, faja y mantas serranas y ellas con vestido de volantes y mantoncillos. El espacio en que se desarrolla la escena es también habitual de esta temática: un interior oscuro y rústico con techumbres de madera. Iluminado desde la ventana, único punto de luz de la composición, un grupo de personas participan del cante y del baile alrededor de una figura femenina a la que todos miran y que aparece destacada. Palmas, expresiones de alegría, botellas en alto y hasta una rota que aparece en el suelo en primer plano, dan una idea del momento de juerga y diversión en que los personajes participan. Al fondo a la derecha, en penumbra y casi desdibujados, otras figuras se ocupan en tareas cotidianas. Imagen en alta resolución (Google Arts & Culture)
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Sin Pan
Sin Pan Manuel González Santos (Sevilla, 1875-1949) Sin Pan, 1905 Óleo sobre lienzo, 180 x 200 cm. Tratamiento integral de restauración que ha consistido en la fijación, en su lugar de origen, de los estratos de color y de la preparación que corrían peligro de desprendimiento, antes de su traslado al museo. Se ha protegido la superficie pictórica, forrado el lienzo y sustituído el bastidor de madera. En el estrato pictórico se ha limpiado el barniz oxidado, se han levantado los repintes alterados y los estucos desbordantes, se han estucado de lagunas y reintegrado el color de las mismas. Finalmente, se ha protegido la superficie con barniz de resina natural y se ha restaurado el marco. Restaurador: Alfonso Cañaveral Díaz. Galería de imágenes En proceso. Fijación de la capa pictórica
Restauración y conservación:
2004
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La Cueva del Gato
La Cueva del Gato Manuel Barrón y Carrillo (Sevilla, 1814 -1884) La Cueva del Gato, 1860 Óleo sobre lienzo, 69 x 117 cm Comentario Manuel Barrón es uno de los máximos representantes del costumbrismo sevillano, desarrollando una muy personal aportación al género del paisaje. Su obra la dedicó fundamentalmente a este género en el que participa de las características generales del paisajismo romántico español: vistas rurales o urbanas adornadas con figurillas populares que proporcionan al paisaje un sabor costumbrista, mediante la introducción de una nota o anécdota popular y pintoresca. Dentro de una serie de cuatro obras de igual formato, se incluye este lienzo donde el artista nos muestra una gran cueva con abertura en la zona central alta, a través de la cual se vislumbra el exterior. En la zona baja de la izquierda un grupo de bandoleros, con una mujer y un niño, son sorprendidos por la Guardia Civil en el exterior de la cueva. La pequeñez de las figuras resalta la grandiosidad del paisaje abrupto de la cueva, realizado a base de grandes manchas de color. La naturaleza es la protagonista absoluta de esta composición en la que una soberbia cueva natural hace las veces de bóveda y enmarca el paisaje de la lejanía. Los personajes son una mera excusa que incluso ayudan a resaltar la magnificencia del enclave natural. Aparecen por un lado los bandoleros en primer plano, en actitudes muy dinámicas preparándose para hacer frente a una patrulla de guardias civiles que viene bajando por un risco para capturarlos y que los tienen cercados como demuestra la figura situada a la izquierda en actitud de disparar. Compuesta a base de grandes masas, los detalles quedan supeditados a la totalidad, si bien hay una nota emotiva en el niño que llora agarrándose a la madre. Se plasma un concepto épico de la existencia que coincide plenamente con el genuino espíritu romántico del momento. La magistral captación de la luz es uno de los principales logros de esta composición que articula la obra en tres planos, dos luminosos con el interior de la cavidad en penumbra. Imagen en alta resolución (Google Arts & Culture)
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