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Alonso Cano (Granada 1601-1667)
Santa María Magdalena de Pazzi, hacia 1628
Óleo sobre lienzo, 116 x 55 cm.
Adquisición de la Junta de Andalucía, 2021

Santa María Magdalena de Pazzi (1566 - 1607) fue una carmelita florentina, beatificada poco después de su muerte, en 1626  y canonizada en 1669. Tenía visiones místicas, entre ellas una en la que  creyó desclavar a Cristo de la cruz y beber la sangre de sus llagas, motivo por el que aparece con los atributos de la pasión del Señor : la corona de espinas, los clavos, la lanza de Longinos, el hisopo, la vara y el flagelo. 
La figura se representa estática, vestida con el hábito carmelita y un amplio manto que cae con plegados ampulosos y la dota de gran solidez, de una corporeidad escultórica. El único movimiento es la inclinación de la cabeza hacia su derecha sin que su rostro trasluzca nada del dramatismo del asunto representado.  El rostro que expresa introspección está realizado con gran delicadeza al igual que las manos. En ambos elementos nos demuestra Cano su gran dominio de la anatomía que plasma de modo delicado y refinado a base de veladuras. 
La obra, que salió a la luz en 1998 formaba parte, probablemente de una de las calles laterales  de alguno de los  retablos que el convento carmelita de San Alberto de Sevilla encarga al artista. Aunque no exista documentación que lo corrobore, la similitud de ejecución con otras obras de ese conjunto como la Aparición de Cristo crucificado a santa Teresa de Jesús y la Aparición de Cristo Salvador a santa Teresa de Jesús, hoy en el Museo Nacional del Prado, así parece indicarlo.
La obra tiene el interés de pertenecer al periodo sevillano de su autor. Aunque nacido en Granada en 1601 se traslada a Sevilla a los 13 años. Se forma por un breve periodo de tiempo en el taller de Francisco Pacheco con Diego Velázquez. De ahí el naturalismo de dibujo preciso y contrastes lumínicos con que aborda sus creaciones en esta etapa aunque también tuvo relacion con Juan del Castillo de quien pudo asimilar la amabilidad expresiva y el sentimiento.

Sala 4

 

F.G.M
Visita al Museo de Bellas Artes de Sevilla, 1876
Óleo sobre lienzo, 70,5 x 50,5 cm
Firmado: F.G.M
Adquisición de la Junta de Andalucía, 2022

De modesta valía artística, la obra tiene un notable interés para las colecciones del Museo porque muestra lo que era el salón principal, la antigua iglesia del anterior convento mercedario convertida en sala de exposición, en el último tercio del siglo XIX. La mayoría de las obras que vemos entraron a formar parte de las colecciones con motivo de la primera desamortización en 1835 y aparecen recogidas en el primer catálogo, el de 1840. Se pueden contemplar todavía hoy en día, aunque en otros espacios del museo, las esculturas de Juan Martínez Montañés, San Bruno, que aparece en primer plano, y Santo Domingo de Guzmán penitente y las pinturas, Visión de san Basilio de Francisco de Herrera el Viejo y Fray Hernando de Talavera de Juan de Valdés Leal. San Fernando, y el Retrato de un doctor dominico, de autor anónimo, no están actualmente en exposición. También aparecen dos obras desconocidas: un busto escultórico femenino y otro cuadro con un marco barroco que si se conserva sin que se sepa que pintura albergó.

La obra aporta una notable información de la museografía decimonónica dando cuenta de la proximidad entre obras lo que, en lugar de destacarlas subraya su valor como parte de una rica colección que cubre los muros de manera anárquica sin un orden aparente. Asimismo es significativa la falta de unidad de las peanas, el modo en devers o inclinado en que están colgadas las obras y la numeración que las individualizaba en un listado de sala en lugar de con las actuales cartelas. La forzada perspectiva, que parece corresponderse con uno de los ángulos de la cabecera de la actual sala 5 por la similitud del zócalo y del pilar, acentúa la grandiosidad de alguna de las obras expuestas frente al minúsculo personaje que incluye para señalar la escala.

Parece que las iniciales F.G.M con las que esta obra está firmada podrían pertenecer a Francisco González de Molina, pintor gaditano que desarrolló su carrera en Sevilla y del que tenemos la certeza que fue copista de las obras de Murillo en el Museo de Bellas Artes de Sevilla.

Sala 5

 

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