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Autorretrato

Antonio Cabral Bejarano (Sevilla, 1798-1861)
Autorretrato, 1851
Óleo sobre lienzo. 55 x 42 cm.
Donación Alfonso Lasso de la Vega, 2013

 

Antonio Cabral Bejarano  desarrolló su carrera profesional en la capital hispalense donde fue considerado el pintor más importante del momento, recibiendo casi todos los encargos, tanto religiosos como civiles.

Gracias a una donación familiar entró en la colección permanente este retrato del que fue promotor de la fundación del Museo de Sevilla tras la desamortización y su  primer director.  Bajo su mandato comienzan en 1840 los trabajos de adaptación del inmueble cedido, la Casa Grande de la Merced, para la instalación de este museo y la construcción del paseo situado frente a el, la actual Plaza del Museo. Cabral realizó también el primer inventario de la colección fundacional. 

Él mismo fue un pintor romántico y costumbrista destacado en su momento, profesor y director de la Escuela de Bellas Artes de Sevilla y padre de Francisco y Manuel Cabral que se formaron en su taller, junto a los también pintores Manuel Barrón y Valeriano Domínguez Bécquer. 

Su Autorretrato se enmarca dentro de la corriente romántica. Con el cuerpo levemente girado hacia su derecha, pero con la mirada fija al frente, expresando cierta severidad en el rostro, se presenta en edad ya madura constituyendo un claro ejemplo de retrato decimonónico.