La faceta de Alonso Cano como dibujante, quizá menos conocida que la de pintor, escultor y arquitecto, es muy interesante. Formado en el taller de su padre, el ensamblador Miguel Cano y posteriormente con Pacheco en Sevilla, el dibujo forma parte de los pilares de la formación de Cano.

En este dibujo para el proyecto de una fuente, no realizada y posiblemente con destino de alguno de los Reales Sitios de Madrid, se pone de manifiesto el dominio del dibujo arquitectónico. Propios y originales de Cano son el tratamiento de las esculturas que presenta en desnudos, en medio de una arquitectura por pilastrones y columnas dóricas en perspectiva superpuesta, que muestra a un Cano seguidor de Miguel Ángel. 

Adquirido en 2001 por la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía, procede de la colección Martínez Chumillas y anteriormente en la de Aureliano de Beruete.