Juan de Alfaro Gámez (Córdoba, 1643 - Madrid, 1680).
Óleo sobre lienzo.
205 x 252 cm.
Hacia 1663 - 1665.

Convento franciscano de San Pedro el Real.

Primer lienzo de la serie sobre la vida de San Francisco de Asís realizado por Alfaro con destino al claustro del Convento de San Pedro el Real. Fue ejecutado tras su vuelta de Madrid, donde aprendió en los círculos que rodearon a Diego Velázquez, trayendo una modalidad técnica nueva inspirada en Tiziano. La obra suscitó un sano litigio con Antonio del Castillo, según relata Palomino, por la magnitud de la firma que plasmó, en un momento en que los artistas no solían firmar sus obras por ser la pintura considerada como un oficio de segunda clase. En él se representa el momento en que San Francisco niño es dado a las niñeras tras el parto para que sea lavado. Según relata la leyenda, el niño, como Jesús, nació en un pesebre. Su madre, que no podía dar a luz, había sido trasladada allí por indicación de un angélico personaje que había llegado a la casa en ese momento. Tras la desamortización de Mendizabal, consumada la ruina del claustro del Convento, la obra debió ser trasladada por su comitente y propietario al vecino Convento de Clarisas de Santa Cruz. Se conservó en el presbiterio de su iglesia hasta su adquisición por la Administración andaluza para el museo.