Preparar la materia prima

La llamada "loza fina" característica de La Cartuja tiene origen inglés y fue introducida hacia 1750 por ceramistas de Staffordshire como sustituto más barato de la porcelana. Para la fabricación de estas finas pastas a la inglesa se necesitan estos elementos: Cuarzo, caolín, feldespato, sílice, arcilla y arena, que se combinan con una fórmula y medida establecida. Parte de estos componentes se introducen en el molino o tolva que los tritura y pulveriza gracias a los cantos rodados que contiene en su interior y que actúan por un movimiento de rotación sobre su propio eje.

 

Posteriormente, a la mezcla se le agrega agua, arcilla y caolín para obtener una pasta espesa y con una tonalidad ciertamente oscura producida por la arcilla, y muy densa, conocida con el nombre de barbotina o muga.

 

La materia base se presenta en dos estados. El estado líquido es el indicado para producir piezas huecas (soperas, tarros, jarras, etc.) ya que se introduce en los moldes a modo de fundido. En cambio, el estado sólido es el indicado para producir piezas planas (platos, fuentes, salvillas, tarjeteros, etc.) ya que las pellas se introducen en prensas o tornos automáticos.

El proceso productivo
Estampación
Decoración pintada a mano