Obras Singulares
Retrato del duque de San Pedro de Galatino
Óleo sobre lienzo.
169 x 140 cm.
1922.
Procedencia
Comentario
Retrato de un personaje singular, Julio Quesada Cañaveral, Conde de Benalúa, Señor de Láchar y Duque de San Pedro de Galatino. Madrileño de nacimiento, será un granadino de adopción y devoción. Desarrolla una actividad incansable en la ciudad, siendo en algunas ocasiones diputado y senador por Granada. Pero donde más desarrolla su incansable labor es en el plano económico, puesto que junto con Manuel Rodríguez-Acosta y Palacios participa en los negocios azucareros, que coinciden con uno de los mejores momentos económicos de Granada.
También la figura del Duque de San Pedro se une a las primeras e incipientes teorías del turismo, situando a Sierra Nevada en esa lanzadera de desarrollo que va a tener posteriormente. Levanta hoteles como el del Duque o el de la Alhambra y además empieza a convencer a todos de la posibilidad de establecer un tranvía a Sierra Nevada. Amén de proyectar una carretera hacia la misma.
El cuadro que le pinta Morcillo en 1922 lo plantea como un hombre de acción con el proyecto de carretera a la Sierra en las manos. Un esplendido retrato de mirada penetrante, muy en la línea del que realiza Morcillo al poeta Carulla, que se encuentra en el Museo de Bellas Artes. En los retratos, Morcillo abandona los fondos oscuros e incorpora el paisaje de esta ciudad; el Albaicín. El carácter abocetado de la composición, a través de manchas que se superponen, y su fuerza se acompañan con el tono sutil y luminoso de un paisaje reconocido pero a la vez idealizado con la fantasía de la luz.