Piedra caliza blanquecina.
Altura, 68 cm.; anchura, 51cm.; grosor máximo, 32 cm.
Cultura romana, probablemente época augústea, siglos I a.C.- I d.C.

Cortijo de doña Aldonza, Úbeda, Jaén.

Esta escultura, toscamente tallada, representa a una mujer que cubre su cabeza con un manto, el cual forma varios pliegues en la parte superior del pecho. El tocado es totalmente liso, con un rizo o quizás un adorno en la parte central. Los párpados encierran ojos saltones horadados en la pupila, lo que da fuerza y expresividad a la figura. Ha perdido la nariz, y la boca cerrada tiene un rictus de amargura que marca, junto con los ojos, la actitud del rostro. Se conserva el antebrazo izquierdo, al parecer sostenido por el derecho, que se vislumbra cruzando el pecho en el lugar de fractura. Es un tipo icónico romano conocido como "pudicitia", asimilado a ambientes funerarios como personificación de la modestia y la castidad femeninas. Según interpretación de Beltrán y Baena, podría formar parte del mismo monumento funerario que los leones y otros fragmentos arquitectónicos conservados en el museo.

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