Descubre y conoce nuestras exposiciones temporales - - Visitables hasta el mes de junio de 2026

EXPOSICIÓN TEMPORAL: EL MEGALITISMO EN TIERRAS DE HUELVA

La exposición se puede visitar en la sala Manuel Gómez-Moreno del Museo de Sitio, que sigue un enfoque arqueológico centrado en el megalitismo en las distintas provincias de Andalucía. En esta ocasión, el protagonismo recae en Huelva, ofreciendo un recorrido por la investigación arqueológica y las sepulturas características de este fenómeno, estableciendo una conexión profunda entre las tierras de Huelva y las de Antequera en este periodo histórico.

El megalitismo es la primera arquitectura monumental en piedra en Europa occidental. Surge en el VI milenio a.C. como principal manifestación funeraria y simbólica de las sociedades agrícolas neolíticas. Se prolonga hasta el II milenio a.C., cuando se consolidan las sociedades complejas de la Edad del Bronce. La provincia de Huelva sobresale por la cantidad de monumentos, antigüedad del fenómeno, diversidad de estilos arquitectónicos y tradiciones funerarias desarrolladas entre el Neolítico Medio y el Bronce Antiguo. Actualmente, se conocen unos 600 monumentos de distinto tipo, tales que menhires, agrupaciones de menhires, dólmenes, hipogeos, sepulcros de falsa cúpula (o tholoi) y recintos de terrazas, agrupados en 185 sitios megalíticos.Los principales conjuntos son los de La Janera (Ayamonte-Villablanca), Soto (Trigueros), El Pozuelo (Zalamea la Real), Las Huecas (Niebla), Los Gabrieles (Valverde del Camino), El Gallego-Hornueco (Berrocal), La Orden-Seminario (Huelva), La Zarcita (Santa Bárbara de Casa). Como características singulares del megalitismo onubense podemos destacar la abundante presencia de menhires, concentrándose la mayoría de ellos en la cuenca del río Guadiana, principalmente en la rivera del Chanza y en el Bajo Guadiana. Un caso singular, por su silueta antropomorfa y abundantes grabados, es la estela-menhir de Fuente de la Corcha (Trigueros), que fue reutilizada en un dolmen. Igualmente, son excepcionales los dólmenes con varias cámaras, habiéndose constatado que son el resultado de un proceso de evolución arquitectónico de los propios monumentos, pasando de arquitecturas de cámaras sencillas a tumbas más complejas compuestas por cámaras dobles o múltiples. Y, por último, sobresale la diversidad de prácticas sociales de permanencia, cambio y ruptura con respecto a la tradición megalítica neolítica que se producen en la Edad del Cobre y en la Edad del Bronce.

EXPOSICIÓN TEMPORAL: RESONANCIAS DE LA TIERRA SAGRADA

"Resonancias de la tierra sagrada" propone un encuentro entre la dimensión ancestral del paisaje dolménico de Antequera y las interpretaciones contemporáneas del arte, en un espacio donde la naturaleza y la creación humana confluyen como actos de memoria, simbolismo y transformación. Partiendo de la noción de paisaje como una construcción cultural y espiritual a lo largo de la historia, esta muestra explora cómo el arte ha intervenido, reinterpretado y resignificado la relación del ser humano con su entorno, utilizando el terreno sagrado de los dólmenes como un punto de partida y un escenario único.

Desde tiempos prehistóricos, el paisaje ha sido mucho más que un espacio físico: ha sido un espejo de las creencias, los rituales y las estructuras sociales de las comunidades que lo habitaron. Los Dólmenes de Antequera, monumentos megalíticos cargados de simbolismo, representan un vínculo profundo entre la tierra, la espiritualidad y la percepción del cosmos. Esta relación entre el paisaje y lo sagrado se ha mantenido viva a lo largo de la historia, adaptándose a los cambios culturales, pero preservando su esencia como un espacio de conexión entre lo humano y lo trascendental.

En la tradición artística occidental, el paisaje ha evolucionado desde ser un fondo secundario hasta convertirse en un género autónomo en el Renacimiento, reflejando la relación cambiante entre el hombre y la naturaleza. En el arte contemporáneo, el paisaje y su evolución ha transformado en un campo de experimentación y reflexión, donde artistas cuestionan las nociones de territorio, ecología y temporalidad, reimaginando nuestra relación con el entorno natural y cultural.

En este contexto, la exposición reúne algunas obras de la colección del Centro Andaluz de Arte Contemporáneo (CAAC) que reflexionan sobre el paisaje y sus vínculos ancestrales y simbólicos desde múltiples perspectivas.