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Efebos. Los sirvientes mudos
En 2012 dos estatuas excepcionales fueron recuperadas en el término municipal de Pedro Abad (Córdoba), fruto de una operación policial en la Finca El Palancar.
Estas dos piezas representan dos figuras masculinas de jóvenes desnudos, conocidos como efebos. Datadas entre los siglos I y II, están realizadas en bronce mediante la técnica de la cera perdida. Uno de ellos se ha asociado con Dionisios, ya que lleva una corona de hiedra en su cabeza, mientras que el otro se ha asociado con Apolo, por su característico peinado. De ahí que se hallan denominado efebo "dionisíaco" y efebo "apolíneo".
Ambos pertenecen a la misma tipología de portadores de lucernas o bandejas, formando parte de la decoración de las estancias en los espacios domésticos romanos de alto poder adquisitivo. Por esta función se les conoce como "sirvientes mudos", ya que se han documentado como parte de la decoración de los triclinia.
Las investigaciones sobre los efebos "apolíneo" y "dionisíaco" apuntan que podrían formar parte del exorno de una villa próxima a la antigua ciudad romana de Sacili Martialium, identificada con el yacimiento de Alcurrucén (Pedro Abad).
Tras un largo periplo, en 2019 se inscriben en el Catálogo General del Patrimonio Histórico Andaluz como Bien de Interés Cultural. Desde 2012 y hasta 2020 permanecieron en el Museo Arqueológico de Córdoba, a partir de esa fecha se autoriza el traslado mediante la encomienda de gestión para la realización de actividades I+D y de conservación en el Instituto Andaluz del Patrimonio Histórico (IAPH).
En estos cuatro últimos años se han realizado actividades de estudio exhaustivo y conservación de las esculturas mediante un enfoque integral, aplicando tratamientos de conservación-restauración que han permitido su estabilización y recuperar su integridad formal, incorporando a las estatuas de un soporte interno. Todo ello gracias a la colaboración público-privada mediante convenio con la Fundación Magtel.
En esta exposición queremos mostrar gran parte de las piezas de bronce que conserva el museo como bienvenida a estas dos estatuas únicas. Piezas de bronces domésticos, como lucernas, apliques de muebles o pasarriendas, se unen a esta exposición que contextualiza la producción de este tipo de piezas en época romana. La técnica, la función y otros paralelos también forman parte del contenido de la misma.