Carlos de Haes.
Óleo sobre lienzo, pintura.
94,5 x 59,8 cm.
1871.

Museo de Arte Moderno.

Pintor español de ascendencia belga. Su actividad artística se centra fundamentalmente en el paisaje realista típico del siglo XIX. Desarrolla, con una cuidada técnica, escenas de paisaje en las que ocasionalmente aparece alguna figura o personaje. Es el introductor del "plenaerismo" en España, movimiento que promueve los postulados de la pintura al aire libre, basados en la observación directa del natural. Con estos nuevos planteamientos, Haes transforma el subjetivismo romántico del paisaje en una interpretación más real y directa de la naturaleza. Desde su cátedra de Paisaje en la Academia de Bellas Artes de San Fernando formará a pintores como Beruete, Riancho, Regoyos, y Morera. En el caso que nos ocupa, presenta un paisaje con los restos de un acueducto en ruinas sobre el que ha anidado una pareja de cigüeñas. El pintor estructura magistralmente la composición mediante la utilización y repetición de estos elementos arquitectónicos que salpican y jalonan el paisaje. Los estudiosos de su obra han identificado el paisaje con el del Acueducto Claudio tomado desde las inmediaciones de la iglesia de San Stephano Rotondo, a las afueras de Roma. El artista busca en esta escena los aspectos grandiosos de la naturaleza, elaborando el lienzo con un realismo excepcional, jugando con la luz, los detalles de los árboles, las rocas o la hierba. El colorido empleado es absolutamente real aunque podamos apreciar cierto poso romántico, las luces y las sombras están perfectamente conseguidas y la amplia tonalidad de verdes que utiliza resulta admirable.