Historia

La historia del Museo Provincial de Jaén comienza en 1846, cuando se abrió al público un Museo de Pinturas con los fondos procedentes de las desamortizaciones. Este primer museo estuvo ubicado en el antiguo Convento de la Compañía de Jesús de Jaén y de él sólo se conservan algunas pinturas de tema religioso.

En 1914 ya se crea el Museo Provincial de Bellas Artes de Jaén, nombrándose como director a Alfredo Cazabán Laguna, personaje clave dentro de la cultura giennense del primer tercio del siglo XX. El museo se ubicó en el palacio de la Diputación, edificio proyectado en los últimos años del siglo XIX por el arquitecto Jorge Porrúa. Sin embargo, al ser un espacio compartido y limitado, el  influyente político giennense José del Prado y Palacio promovió la adquisición de un terreno de 4.200 m2 en el Paseo de la Estación para su nuevo emplazamiento.

En 1920 se aprobó el proyecto de construcción de la nueva sede del museo en el terreno recientemente adquirido. El edificio principal, proyectado por el arquitecto Antonio Flórez Urdapilleta, es un palacio de sabor clásico y planta cuadrangular con torres en sus esquinas. En él se montaron dos portadas emblemáticas del Jaén renacentista: la del edificio del Pósito, obra de Francisco del Castillo del siglo XVI; y la de la Iglesia de San Miguel, también del siglo XVI y atribuida a Andrés de Vandelvira.

A pesar de que este palacio es la sede actual del museo, el edificio y el mismo museo sufrieron muchos avatares durante varias décadas. A finales de los años veinte se paralizan las obras de construcción y  durante la Segunda República se pensó que el edificio debía albergar la Escuela Normal de Magisterio. Tras la Guerra Civil, el Ejército necesitaba un edificio espacioso y encargó al director del museo que dejara libre los espacios que ocupaba, haciéndose con el edificio. Así comenzó para el Museo de Bellas Artes un periodo que hemos llamado "El Museo Disperso", lapso que se extendió desde 1938 hasta 1969. En este tiempo las  colecciones estuvieron repartidas entre la Institución de la Santa Capilla, ubicada en la Iglesia de San Andrés, y diversos despachos y cajas de escaleras de la Diputación y el Ayuntamiento de la capital.

A mitad de los años sesenta, tras complejas y sutiles gestiones, el Ejército devolvió el edificio al Ministerio de Educación y Ciencia, puesto que en la escritura de propiedad el inmueble figuraba como sede del Museo de Jaén y la Dirección General de Bellas Artes, como legítima propietaria. Inocente Fe Jiménez era en aquellos momentos el Presidente de la Junta de Patronato del Museo y encabezó aquellas delicadas gestiones.

La sección de Arqueología  nació en 1963 a impulso del Instituto de Estudios Giennenses de la Diputación Provincial, fundándose más tarde el Museo Arqueológico Provincial. El nuevo museo se ubicó también en el palacio provincial, en torno a un claustro interior. Finalmente, el Museo Provincial de Bellas Artes y el Museo Arqueológico Provincial se fusionan en 1969, cuando por Decreto de 16 de Octubre se crea el actual Museo Provincial de Jaén.

Una vez que el edificio fue devuelto por el Ejército se encargó al arquitecto Luis Berges Roldán el proyecto y las tareas concretas de adaptación definitiva del edificio al uso museístico. En la planta baja, donde se ubicó Arqueología, creó unas entreplantas sobre soportes de hierro para ganar espacio expositivo. Hasta el año 1971 el museo no se abrió al público en este nuevo emplazamiento.

El museo cuenta con otros dos edificios funcionales, proyectados también por el Sr. Berges en los años 70. Uno dedicado a Sala de Exposiciones Temporales y a la exposición monográfica del Conjunto Escultórico Ibérico de Cerrillo Blanco de Porcuna, y el otro dedicado a oficinas, biblioteca, talleres de restauración y almacenes.