Nuestro museo es un punto de encuentro entre nuestras colecciones y el público. El coleccionismo público tiene esa virtud, tiene esa potencia de facilitar el acceso al conocimiento del arte y la historia. Por eso es tan importante reconocer el papel de algunas personas que han contribuido de forma ejemplar al aumento y difusión de la cultura, como Pilar Palazón.

Para Pilar la antigüedad y la modernidad eran esferas que cruzaba sin esfuerzo, el valor del Patrimonio Histórico en su conjunto y su capacidad de dotar de importancia y orgullo a su tierra era su objetivo y su pasión, por eso siempre tenía un reto pendiente, siempre estaba ocupada en alcanzar metas: reconocer a un artista contemporáneo o reivindicar la especial abundancia y riqueza del legado ibero en Jaén eran tareas compatibles. Su experiencia como colaboradora del Museo de Jaén en estos últimos años ha constatado que mujeres como ella, incombustibles y tenaces, hacen el mundo mejor, más libre, más culto, más lleno de esperanza.

Agradecer su ejemplo, mantener viva su memoria y estar a la altura de ambas cosas son el motivo de este homenaje para refrescar su memoria y confortarnos en su ausencia.