Las Colecciones

Propuestas de recorrido

La exposición permanente de Arqueología, utilizando como argumento rector la riqueza minero-metalúrgica del subsuelo onubense, pretende darnos una explicación a los distintos procesos y etapas culturales, que configurarán el actual territorio de la provincia.

Dividida en cinco bloques temáticos, el primero nos centra en el momento cultural en el que las primeras sociedades humanas comienzan a fabricar útiles y herramientas que le van a permitir un mayor conocimiento y explotación del territorio, procesos estos que con el tiempo les llevará al control y manipulación de plantas y animales. Ese momento en que la sociedad comienza a ser consciente del valor y uso de los minerales en su entorno.


El segundo bloque expositivo, nos cuenta como los metales van entrando en la vida cotidiana, dando lugar a las primitivas producciones suntuarias. Momento en que los procesos vistos en el bloque anterior van a permitir una mayor diversificación del trabajo y en consecuencia, una mayor diversificación social, en el caso de Huelva se va  a manifestar muy claramente en el mundo funerario y en sus ajuares, siendo el más característico el enterramiento colectivo.


El tercer bloque, se centra en el conocimiento de la cultura tartésica y sus relaciones con los diferentes pueblos con los que comercia y que la influyeron, hasta llegar a convertirse en una rica y sofisticada civilización, lo que nos permite considerarla como una de las grandes culturas del arco mediterráneo.

El cuarto bloque de la exposición, nos va a mostrar como tras la conquista romana se va a producir una nueva estructuración del territorio, que originará una mayor explotación del medio y que se manifiesta también en un gran aumento de las explotaciones mineras, en la propia organización de la producción agrícola mediante el sistema de villae y en la explotación de los recursos piscícolas de la costa. Todos estos procesos, van a incorporar a la provincia onubense y a la Península Ibérica en general, al primer gran imperio de carácter mediterráneo, el Imperio Romano.

El quinto bloque esta dedicado al periodo medieval islámico, enfocándose el mismo desde las aportaciones de esta cultura así como el desarrollo de la misma en nuestra provincia. Se explicitan las distintas técnicas cerámicas y su asociación cronológica, así como se presentan tres tesorillos islámicos de monedas de oro y plata que ilustran los periodos califal, taifa y almohade. Del mismo modo se muestra los modos de vida de ese periodo, así como la ocupación de los espacios tanto públicos como privados. Recreándose un par de ambientes domésticos, en base a los datos aportados por las excavaciones en Saltés, Niebla y la ciudad de Huelva, integrándose en uno de ellos una pintura mural original de la Plaza de san Pedro de la ciudad de Huelva.

Por último en el espacio de entrada se muestra una noria minera romana pieza única, junto a otros vestigios y elementos relacionados con la minería y metalurgia romana, cobrando así especial protagonismo la recurrencia histórica minero-metalúrgica que es sin duda el elemento vertebrador y aglutinante para entender el poblamiento a lo largo de los cinco últimos milenios de la historia de la provincia.


De este modo y con una clara intención por separarse de la persistente homogeneidad de los museos arqueológicos tradicionales, la exposición intenta enfatizar, los rasgos culturales propios del entorno, sin  que ello signifique su exclusión de estructuras-socioculturales más amplias. Se pretende también que el público pueda autogestionar su visita a través de la visión múltiple que se ofrece en la exposición permanente, con el establecimiento de una circulación abierta solo obligada por la distribución del espacio en los citados cuatro bloques, que dan continuidad al proceso de cambio cultural. Se ha seleccionado la minería y la metalurgia como la invariante que marca la evolución histórica de Huelva a lo largo del tiempo.

 

La sección de Bellas Artes se materializa a través de un muestra con 122 obras que recoge la parte más destacada de la colección del Museo de Huelva, distribuidas en cuatro salas de la primera planta en orden cronólogico, desde algunas muestras escultóricas del románico datadas en el siglo XII hasta la actualidad.

 

En total, 100 pinturas, 21 esculturas y una pieza de orfebrería, un cáliz de plata sobredorada obra del cordobés Damián de Castro en la segunda mitad del XVIII. La muestra esta compuesta por fondos propios, donaciones, depósitos privados y depósitos también del Museo del Prado, del Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía y del Museo de Bellas Artes de Sevilla.

 

La selección de la misma obedece a criterios de su valor artístico y su especial representatividad. Destacando el Martirio de San Lorenzo, atribuido a Francisco de Herrera El Viejo, o el conjunto de tres vírgenes y un apóstol, de factura anónima entre los siglos XII y XIV, únicos en un centro expositivo en Andalucía y que presiden la entrada a la sala 1, en la que empieza el recorrido de la muestra.

Destaca igualmente Paisaje arbolado, (1669) de Jan Wijnants y se puede continuar el recorrido por los más diversos estilos que ofrecen las cuatro salas de la exposición lleva también por obras muy distintas de Vicente Sellaer y su Sagrada Familia del XVI o una extraordinaria colección de los singulares paisajes realistas de Carlos de Haes firmados en el XIX.

Las sala tercera se dedica genéricamente a los dos grandes maestros onubenses, Daniel Vázquez Díaz y José Caballero, entre cuyas obras expuestas se encuentran Último retrato de Juan Ramón Jiménez (1955) y Desnudo en la ventana(1939), del primero, y Premonición del verano(1945) y Torneo (c.1960), del segundo.

Y una última sala con representantes de la escuela local, que se remonta a principios del siglo XX hasta la actualidad.