Las Colecciones

Propuestas de recorrido

Atrás

El edificio y la decoración cerámica

Junto a la colección, el edificio del antiguo Convento de la Merced Calzada, sede actual del museo, es el otro punto de interés en la visita. Se articula en torno a tres patios, como es característico en la arquitectura conventual. El primero es el Patio del Aljibe, de planta trapezoidal y el más sencillo arquitectónicamente, como corresponde a su destino primero que era albergar las oficinas y otras dependencias de la vida doméstica de los monjes. Desde él se accede, por la izquierda, al Patio de los Bojes y por la derecha al Claustro Mayor, adosado a un lateral de la iglesia y que sobresale por sus dimensiones así como por la esbeltez de las columnas pareadas sobre amplio plinto en su cuerpo bajo. Entre ellos, articulando el edificio, se encuentra la gran escalera, proyectada con un doble arranque en sus dos tramos y alojada en un amplio espacio cúbico coronado por una cúpula sobre trompas. Estaba ricamente decorada con un programa iconográfico mariano, hoy prácticamente desaparecido. Destacamos, por último, la iglesia, de grandes proporciones y ejemplo de sobriedad arquitectónica. Tiene planta de cruz latina formada por una nave y un amplio crucero. De su antiguo esplendor solo se conserva la decoración pictórica de las bóvedas, cúpula, entablamentos y pilastras, realizada en el siglo XVIII por Domingo Martínez.

Nada más acceder al vestíbulo del museo, lo primero que llama la atención son los paneles cerámicos de los muros, procedentes de las fachadas-retablo de los conventos sevillanos desamortizados. Esta decoración se extiende por los tres patios, ofreciendo un variado repertorio que va desde el alicatado de tradición hispano-musulmana o la mayólica con motivos renacentistas, hasta los paneles barrocos con escenas religiosas. Destacan algunas obras significativas como el arco de Hernando de Valladares, que enmarca la puerta de paso del vestíbulo al Patio del Aljibe; el frontal de altar dedicado a las santas Justa y Rufina, del mismo autor, situado en el Patio de los Bojes o el conjunto de la fachada del Convento del Pópulo que decora el vestíbulo. La Virgen del Rosario, de Cristóbal de Augusta, en el Patio del Aljibe, tiene gran interés por estar fechada y por su iconografía. Representa a la Virgen acogiendo bajo su manto a varios religiosos, tema que se repite en la Virgen de las Cuevas, obra de Zurbarán que se expone en la sala 10.

De Niculoso Pisano, el introductor en Sevilla de la técnica del azulejo polícromo y el repertorio decorativo renacentista, es la Virgen con Niño expuesta en la sala II, obra de gran calidad en el colorido y en el dibujo.