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San Hugo en el Refectorio

Francisco de Zurbarán (Fuente de Cantos, Badajoz, 1598 - Madrid, 1664)
San Hugo en el Refectorio, hacia 1655
Óleo sobre lienzo, 262 x 307 cm
Desamortización (1840)

Procedencia

Monasterio de la Cartuja de Santa María de las Cuevas. Sevilla

Comentario

Para la sacristía de la Cartuja de Sevilla pintó Zurbarán tres obras que aluden a los principios espirituales de la orden: el silencio, en La visita de San Bruno a Urbano II,  la devoción a la Virgen en La Virgen de las Cuevas y la mortificación por el ayuno, recogida en esta obra. 

Narra el milagro acaecido hacia el año 1084 en la Cartuja de Grenoble el domingo anterior al miércoles de ceniza, cuando San Hugo, obispo de la ciudad, envió carne a los siete frailes fundadores. Mientras éstos discutían la posibilidad de vivir o no en perpetua abstinencia quedaron, por intervención divina, sumidos en un profundo sueño que se prolongó durante cuarenta y cinco días. Al recibir la visita de San Hugo despertaron y vieron con asombro como la carne se había convertido en ceniza, prodigio que confirmaba que debían intensificar aún más una vida de austeridad y ayuno.

El resultado es una composición fría, estática, como petrificada y atemporal, en la que Zurbarán ha realizado una notable galería de retratos y un interesante juego de volúmenes con los hábitos de los monjes. Destaca, asimismo, el tratamiento del bodegón, platos blancos y decorados en azul y blanco, y jarras con el escudo de la cartuja dispuestos alternativamente. Hay que destacar por último, el color, sobrio pero aplicado con delicadas veladuras en la pared y el mantel blanco que cae perpendicularmente hacia el suelo.  

En el cuadro que vemos en la pared del fondo no es casual la elección del motivo y los personajes ya que aparecen la Virgen y San Juan, patronos de la cartuja, que también practicaron el ayuno, María durante su huida a Egipto y San Juan en el desierto. 

Imagen en alta resolución (Google Arts & Culture)