Las Colecciones

Obras Singulares

Atrás

Retrato del canónigo D. José Duaso y Latre

Francisco de Goya y Lucientes (Fuendetodos, Zaragoza, 1746 - Burdeos, 1828)
Retrato del canónigo D. José Duaso y Latre, 1824
Óleo sobre lienzo, 74,5 x 59 cm
Adquisición del Estado (1970)

Procedencia

Colección de la familia Rodríguez Babé. Madrid

Comentario


Este retrato de medio cuerpo representa al clérigo protector José Duaso y Latre, figura tan interesante como poco conocida. Nacido en el 8 de enero de 1775 en el pequeño lugar de Campol, en el valle oscense de la Solana. Desde joven destacó por su genio inquieto y su pasión por los estudios. En 1788 inició los estudios de Artes en la Universidad de Zaragoza, más tarde estudió Teología, licenciándose en Sagrados Canónes en 1798. En 1799 fue ordenado sacerdote. En 1805 Duaso se traslada a Madrid dispuesto a encontrar un mejor acomodo que no tardará en conseguir ya que el 19 de julio de ese mismo año será nombrado por Carlos IV Capellán de Honor de S.M. Por su colaboración con el gobierno durante la Guerra de la Independencia fue recompensado por Fernando VII con el nombramiento, en 1814, de caballero pensionado de la Real Orden de Carlos III. Fue diputado de las Cortes de Cádiz en el año 1813 en representación de Aragón. Durante este periodo mantuvo una buena amistad con el diputado liberal aragonés Isidoro Antillón aunque  no compartía sus ideas políticas. Tras la restauración absolutista fue nombrado, por Fernando VII  en 1814, Administrador del Hospital e Iglesia del Buen Suceso de Madrid. Con posterioridad obtuvo numerosos cargos , como Teniente Vicario Auditor General del Ejército, Juez de la Real Capilla, así como bibliotecario de la Real Academia Española y redactor y director de la Gaceta de Madrid. En 1834 Mª Cristina de Nápoles, la reina regente, lo destituyó del cargo de Capellán de Honor, siendo repuesto en el mismo, al final de sus días,  por Isabel II. Murió en Madrid el 24 de mayo de 1849.

En este mismo año D. Vicente de la Fuente publica su biografía, en la que recoge el hecho de que a finales de enero de 1824, ya establecido de nuevo el absolutismo,  Goya se refugió  en casa del capellán José Duaso, en el Hospital del Buen Suceso, donde permaneció oculto hasta abril de ese mismo año. Goya no fue el único liberal en encontrar refugio en casa del clérigo aragonés pues como comenta el autor de la biografía "en su morada ocultó a sus paisanos y amigos comprometidos por liberales, y entre ellos a  Goya". Durante estos tres meses de estancia en casa del clérigo, pintó Goya este magnifico retrato en agradecimiento a todas las atenciones recibidas por D. José Duaso. Goya, ya bastante anciano, según nos cuenta su biógrafo, "a pesar de su innegable destreza y de haber principiado hasta cuatro veces su retrato, no logró sacarlo enteramente parecido con no poca rabia del célebre artista, cuyo genio violento e ira son bien conocidos".

De un fondo muy oscuro, casi negro, emerge la figura del retratado que  es de tamaño algo menor que el natural, pues excede del medio cuerpo. Viste Duaso sotana negra sobre la que lleva el manteo y solideo del mismo tono fundiéndose el conjunto con el fondo oscuro de la pintura. Las únicas notas de color la dan la Cruz y la placa de Carlos III que lleva sobre el pecho, y el breviario rojo que sostiene con su mano izquierda y que lee atentamente. La luz que incide sobre la figura, consiguiendo un marcado efecto de contraluz en el rostro, parece proceder de una iluminación nocturna. Goya utiliza en este retrato una gama reducida de negros profundos para el fondo, el solideo y la sotana, sobre los que destaca la cabeza luminosa, donde se mezclan con el blanco, el carmín y el negro dando la sensación de estar modelada en arcilla. Estas tonalidades le confieren al rostro una desbordante vitalidad, energía y franqueza. La firmeza y seguridad son las  características dominantes del personaje, por lo que Goya aplica al retrato una técnica  en consonancia con el modelo. Un hombre en plenitud de facultades a la edad de 49 años, según se deduce de la inscripción que el propio autor refleja en la pintura : "D. Jose Duaso / por Goya de 78 años".    

Este lienzo junto a otros tantos de amigos y familiares realizados sobre las mismas fechas, destacan por encima de su mérito artístico por el valor documental de evocar una época de la vida del artista marcada por grandes emociones y vivencias.

La obra procede de la colección Rodríguez Babé  (Madrid), parientes de Duaso, y donde la identificó Sánchez Cantón en 1954. Hasta esa fecha no se había presentado a ninguna exposición ni se había publicado nada sobre ella. En 1969 fue adquirida por el Estado para formar parte de los fondos del Museo de Bellas Artes de Sevilla.

Rocío Izquierdo Moreno: Diálogo entre dos colecciones. Musée Goya de Castres. Museo de Bellas Artes de Sevilla, Caja Duero, 2006.

Imagen en alta resolución (Google Arts & Culture)