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La Virgen de las Cuevas

Francisco de Zurbarán (Fuente de Cantos, Badajoz, 1598 - Madrid, 1664)
La Virgen de las Cuevas, hacia 1655
Óleo sobre lienzo, 267 x 320 cm.
Desamortización (1840)

Procedencia

Monasterio de la Cartuja de Santa María de las Cuevas. Sevilla

Comentario

Para la sacristía de la cartuja de Sevilla pintó Zurbarán tres obras que aluden a los principios espirituales de la orden: el silencio, en La visita de San Bruno a Urbano II, la mortificación por el ayuno en San Hugo en el refectorio y la devoción a María, recogida en esta obra. 

Representa una iconografía de origen medieval, de origen cisterciense, en la que los frailes aparecen recibiendo protección de la Virgen, acogidos bajo su manto en dos grupos arrodillados a cada lado de la figura femenina. La obra es de gran simplicidad compositiva. Sin embargo, las figuras estáticas dispuestas simétricamente, tienen gran  fuerza plástica al individualizar  los rostros de los frailes que constituyen una auténtica galería de retratos. La inspiración de esta obra en un grabado sea probablemente el motivo.

La Virgen bendice de modo especial a los dos primeros monjes que podrían ser  Dominique Hélion y Jean de Rhodes por su papel en la difusión del rosario, simbolizado por las rosas y los jazmines esparcidas en el suelo con gran delicadeza.

Se aprecia el gran dominio de Zurbarán al tratar las distintas calidades de la materia como se ve en los hábitos de los monjes  y su extraordinario sentido del color, con el que crea una luminosa composición que se ve enriquecida por los matices rosas de la túnica y del azul del manto que contrastan con el blanco de las vestiduras de los cartujos y con la oscuridad de la parte interior del manto. 

Imagen en alta resolución (Google Arts & Culture)