Ian Raes
Textil. Tapiz
Alto: 377 cm.; Ancho: 410 cm.
Siglo XVII

El tema representado en el tapiz es la vejez. El enmarque arquitectónico consta de columna salomónica con relieves ornamentales en los fustes y capiteles corintios, festones de frutos y una cartela central con inscripción alusiva al tema. Esta obra parece estar elaborada a partir de los cartones de la Serie "La vida del hombre", realizados por Antonio Sallaert. El motivo de la representación se aclara en la cartela que preside la composición: LA VEXEZ NUNCA PADECE/PORQUE SI REMISSA Y FRIA/ DE LOS DYLEYTES CARECE/ DE OTRO MAYOR LA ENLIQUECE/ PRUDENCIA Y SABIDURIA. En un primer término, los deleites, placeres o vicios, son expulsados por el padre Tiempo de la estancia donde en segundo plano se nos muestra a un anciano acompañado de dos figuras femeninas. En el primer plano, se reconoce al padre Tiempo por su aspecto de hombre mayor, barbado, alado y portando una guadaña. Los vicios se identifican con figuras que portan algún elemento alusivo al placer que representan. Así, el disfrute de la comida se identifica con la figura en actitud de comer que lleva frutos en las manos; del vino, con la que alza la copa; de la música y la danza, con la que tañe la pandereta; y de los placeres relacionados con el amor, con la figura de Cupido. En segundo término encontramos la figura sentada del anciano, representación clara de la vejez, acompañado por dos efigies femeninas. Una de ellas es la prudencia, con un espejo en la mano y una serpiente enroscada en el brazo. La otra es la templanza, con unas riendas de caballo, en alusión al freno de las pasiones y los ímpetus irracionales que supone esta virtud.