En el centro de Granada, a la entrada de uno de los barrios con más carácter de la ciudad, El Realejo, se halla este palacio renacentista de principios del siglo XVI, hoy Museo, que alberga una importante colección de pintura de los siglos XVII al XIX y que a través de grabados, fotografías, esculturas y otras artes decorativas e industriales muestra la Granada del siglo XIX con sus personajes, la imagen de la ciudad, los viajeros románticos, las fiestas.

Sin embargo, su historia comienza varios siglos antes, una vez se entregó, mediante capitulación, la última joya del Islam hispánico a los Reyes Católicos, guerra en la que posiblemente participó el que después sería su constructor, y más tarde en las de Italia frente a Francia, donde pudo conocer la Antigüedad Clásica y el nuevo arte desarrollado en el país transalpino, que llevará a su residencia en la ciudad del Darro y del Genil.