Esta pieza ingresó en el museo procedente de la intervención arqueológica de urgencia realizada en el solar situado entre las calles Ximénez de Quesada y Virrey Caballero Góngora, de Córdoba. Se trata de un  fragmento de friso realizado sobre piedra caliza, que se conserva fragmentado e incompleto. Se pueden apreciar pequeños restos de policromía de color almagra. Destaca por la perfección de su factura en el tallado y en el diseño de la epigrafía, realizada en caractéres cúfico y más concretamente en el denominado cúfico florido por el diseño vegetal que adquieren los ápices de algunas de las letras.

El estudio de esta pieza ha sido realizado por la doctora Ana Labarta, de la Universidad de Valencia. Por el tipo de letra se fecharía entre los años 340 al 350 de la Hégira, coincidiendo con los últimos años del reinado del califa Abd al Rahman III.

El texto es un trozo del final de la aleya del Trono, un pasaje del Corán que ensalza la Omnipotencia de Dios.  La traducción de lo conservado sería: "y su conservación no le resulta onerosa, la traducción completa: Su trono se extiende sobre los cielos y la tierra) y su conservación no le resulta onerosa". (Él es el Altísimo, el Grandioso).

Pertenecería a la decoración de las paredes de algún edificio de caracter oficial o religioso.