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Loza dorada

10/04/2020

La loza dorada encontrada en Medina Azahara parece estar asociada a la familia califal, no sólo por los lugares en los que se ha encontrado, sino también fundamentalmente porque se trata de piezas importadas desde Oriente

¿Sabías que?
Las cerámicas, como otros objetos de uso cotidiano, formaban parte de la representación material del poder. Esta pieza excepcional e incompleta, aparecida probablemente en la Dar al-Mulk, la residencia privada del califa Abd al-Rahman III (véase la noticia anterior), revela el profundo interés de los soberanos omeyas por adquirir materiales suntuosos y exclusivos producidos en otras regiones del mundo islámico. Está decorada con la técnica conocida como lustre o reflejo metálico, que aparece por primera vez en el mundo abbasí (actual Iraq) a lo largo del s. IX. En sus orígenes están presentes el deseo de emular las lujosas porcelanas chinas y, sin duda, la atracción por el color dorado, muy presente en el Corán. El hallazgo de éste y otros fragmentos de loza dorada se menciona en la revista al-Mulk (1959-60), en el artículo: El fragmento de cerámica dorada hallado en Medinat al-Zahra, de R. Ettinghausen (págs. 43-62).

Esta predilección por el dorado se manifiesta también de manera patente en los mosaicos que cubren el mihrab de la ampliación del califa al-Hakam II en la mezquita aljama de Córdoba. Su uso exclusivo por la familia califal y la élite omeya hace que estas piezas de Medina Azahara sean, por el momento, casi las únicas documentadas en al-Andalus en el s. X.

Si quieres conocer más...
El motivo decorativo elegido es muy singular: un camello o dromedario que porta un estandarte, y quizá también un palanquín. Desconocemos el sentido que subyace en la elección de este animal, muy representado en este tipo de cerámica y sobre el que se han vertido diversas interpretaciones, aunque no cabe descartar un significado simbólico relacionado con distintos acontecimientos de la vida del profeta Mahoma. Esta iconografía, con ligeras variantes, aparece reproducida en diversas piezas procedentes del mundo islámico oriental, fundamentalmente abbasí, fechadas en el s. X, como los ejemplares del Instituto de Artes de Detroit y del Museo del Louvre. Sin duda la pieza de Madinat al-Zahra debe compartir la misma procedencia y cronología. Si quieres ver otro cuenco en el Museo del Louvre: Cuenco con dromedario que lleva un estándarte.

Desde el punto de vista tecnológico, esta cerámica es la más sofisticada de todas las conocidas en ese momento. Su complejidad radica en que son necesarias tres cocciones: una para la pasta, otra para el vidriado blanco y una última para conseguir el lustre metálico de la decoración.

 

 

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