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Dar al-Mulk

10/04/2020

La llamada Dar al-Mulk (la residencia del poder) se organizó en un conjunto de habitaciones sobre el promontorio más elevado del Alcázar. Esta posición en altura y sus características arquitectónicas la singularizan sobre el resto de las edificaciones de Medina Azahara

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El primer palacio construido en Medina Azahara fue la residencia privada del califa Abdderramán III, que las fuentes escritas denominan Dar al-Mulk (la residencia del poder). En una clara demostración de jerarquía y autoridad, Abderramán situó su palacio en la parte más alta de la ciudad, dominando con su mirada tanto la nueva urbe como el valle del Guadalquivir. Aunque las casas islámicas tienen patios y no poseen fachada al exterior, esta residencia NO TIENE PATIOS Y DISPONE DE UNA AMPLIA FACHADA AL EXTERIOR que le permite ser reconocida e identificada como la vivienda del gobernante supremo desde cualquier punto de la ciudad. Además de las alcobas propias de dormitorio, sus amplias salas están concebidas como lugares de reunión. Abre este artículo: El alcázar de Madinat al-Zahra: permanencia y procesos de cambio.

Esta vivienda poseía un baño unipersonal para uso exclusivo del califa, que fue demolido por orden de al-Hakam II cuando habilitó este palacio para alojar al nuevo heredero, el príncipe Hisam. La presencia de estos baños es una de las características de los palacios destinados a la familia califal que habitaba en Medina Azahara.


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Desde el punto de vista decorativo, los dos elementos más llamativos del palacio son su solería de barro con incrustación de piedra caliza blanca, que dibuja múltiples motivos geométricos, y la ornamentación de sus muros, concentrada en torno a las puertas. De éstas se han recuperado restos de frisos epigráficos y otras decoraciones de carácter geométrico, si bien lo más destacado son los elementos vegetales entre los que sobresalen grandes palmetas, consideradas uno de los motivos más característicos de la decoración califal. Sobre el programa decorativo de este singular edificio, consultar: Consideraciones generales sobre los programas decorativos de Madinat al-Zahra

Esta rica ornamentación se ha conservado porque se labró en una piedra distinta de los sillares que formaban los muros, sobre los cuales se superpuso. Cuando se arruinaron estas construcciones, la piedra decorativa, demasiado endeble para poder ser reutilizada en otros edificios de Córdoba, fue desechada y abandonada en el sitio.

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