Elementos muebles
Tuberías de plomo
Plomo. Longitud del caño principal de 1,42 m, con diámetro de 5 cm. El segundo y el tercer tramo de tubería tienen unas medidas de 76 y 59 cm respectivamente, ambos con un diámetro de 9,5 cm. E bote o sifón tiene 50 cm de altura. Siglo I d.C.
Estos tramos de tubería se hallaron en la campaña de excavación de 1978. Esta pieza está expuesta en el museo del Conjunto Arqueológico de Baelo Claudia.
Procedencia
Cruce del decumanus maximus con el cardo del teatro.
Comentario
Las tuberías de plomo, como las que aquí se recogen, son conocidas como fistulae y eran utilizadas para la distribución urbana del suministro hídrico procedente de los acueductos, con el objetivo de dirigir principalmente el agua a las fuentes públicas, termas o fuentes monumentales, sin discriminar otros usos industriales o privados más restringidos. Las dimensiones de estas tuberías es variada aunque en la mayoría de los casos se presentan con un diámetro homogéneo. Si atendemos a la normalización del tallaje de las fistulae definida por Frontinus en el siglo I d.C. podríamos identificar las tuberías documentadas en la red principal Baelo como tipo vicenaria (Ø 9,2 cm), mientras las de menor talla localizadas se adscribirían al tipo denaria o duodenaria (Ø entre 4,6 y 5,5 cm). Este tipo de tuberías estaban formadas por láminas fundidas de plomo, que una vez dobladas longitudinalmente eran selladas con un cordón de plomo, dando un aspecto de sección ovoide, como se puede comprobar en los ejemplares aquí recogidos.
Bajo las calles de Baelo Claudia se han localizado varios tramos de tubería de estas características, destacando el aquí presentado, configurado por tres caños de tubería y un bote troncocónico, todos ellos realizados en plomo, que forman el entronque de varios ramales localizados en el encuentro entre el decumanus maximus de la ciudad y el Cardo I, o Cardo del Teatro, vía que partiendo del eje del edificio escénico se dirige hacia el sur.
Llamamos la atención en primer lugar sobre el mencionado bote, el cual forma parte de los elementos accesorios vinculados a este tipo de conducciones, y se corresponde con un depósito de base plana y forma troncocónica, de 50 cm de alto, con apertura superior. En su parte baja, pero sobreelevado con respecto a su base unos 5 cm, se observa el entronque de 3 tuberías, dos de ellas enfrentadas (de unos 10 cm de diámetro) y una tercera en un lateral que presenta un diámetro menor en torno a la mitad, debiendo corresponderse con el arranque de un ramal secundario. Este depósito debió funcionar como punto redistribuidor de aguas y sifón, pero especialmente como extractor del aire comprimido y regulador de presión de las tuberías, a modo de chimenea de equilibrio, en consonancia con las notas de Vitrubio y Dionisio de Halicarnaso. Ejemplos similares han sido documentados en otras ciudades romanas, aunque posiblemente este de Baelo Claudia sea uno de los de mayor complejidad atestiguados dada su polivalencia.
Por su interés, debemos reseñar igualmente que una de las tres tuberías que forman parte de este conjunto, la de longitud intermedia, conserva en uno de sus extremos una marca o sello consistente en tres letras dibujadas en plomo derretido sobre la superficie exterior del tubo. Las siglas se pueden leer como ¿PCC¿, existiendo dudas sobre la identificación de la tercera letra del conjunto al estar conservada solo parcialmente. La lectura de este sello es de difícil interpretación, aunque la letra ¿P¿ podría hacer alusión al carácter público de las mismas.
Las tuberías de plomo, como las que aquí se recogen, son conocidas como fistulae y eran utilizadas para la distribución urbana del suministro hídrico procedente de los acueductos, con el objetivo de dirigir principalmente el agua a las fuentes públicas, termas o fuentes monumentales, sin discriminar otros usos industriales o privados más restringidos. Las dimensiones de estas tuberías es variada aunque en la mayoría de los casos se presentan con un diámetro homogéneo. Si atendemos a la normalización del tallaje de las fistulae definida por Frontinus en el siglo I d.C. podríamos identificar las tuberías documentadas en la red principal Baelo como tipo vicenaria (Ø 9,2 cm), mientras las de menor talla localizadas se adscribirían al tipo denaria o duodenaria (Ø entre 4,6 y 5,5 cm). Este tipo de tuberías estaban formadas por láminas fundidas de plomo, que una vez dobladas longitudinalmente eran selladas con un cordón de plomo, dando un aspecto de sección ovoide, como se puede comprobar en los ejemplares aquí recogidos.
Bajo las calles de Baelo Claudia se han localizado varios tramos de tubería de estas características, destacando el aquí presentado, configurado por tres caños de tubería y un bote troncocónico, todos ellos realizados en plomo, que forman el entronque de varios ramales localizados en el encuentro entre el decumanus maximus de la ciudad y el Cardo I, o Cardo del Teatro, vía que partiendo del eje del edificio escénico se dirige hacia el sur.
Llamamos la atención en primer lugar sobre el mencionado bote, el cual forma parte de los elementos accesorios vinculados a este tipo de conducciones, y se corresponde con un depósito de base plana y forma troncocónica, de 50 cm de alto, con apertura superior. En su parte baja, pero sobreelevado con respecto a su base unos 5 cm, se observa el entronque de 3 tuberías, dos de ellas enfrentadas (de unos 10 cm de diámetro) y una tercera en un lateral que presenta un diámetro menor en torno a la mitad, debiendo corresponderse con el arranque de un ramal secundario. Este depósito debió funcionar como punto redistribuidor de aguas y sifón, pero especialmente como extractor del aire comprimido y regulador de presión de las tuberías, a modo de chimenea de equilibrio, en consonancia con las notas de Vitrubio y Dionisio de Halicarnaso. Ejemplos similares han sido documentados en otras ciudades romanas, aunque posiblemente este de Baelo Claudia sea uno de los de mayor complejidad atestiguados dada su polivalencia.
Por su interés, debemos reseñar igualmente que una de las tres tuberías que forman parte de este conjunto, la de longitud intermedia, conserva en uno de sus extremos una marca o sello consistente en tres letras dibujadas en plomo derretido sobre la superficie exterior del tubo. Las siglas se pueden leer como ¿PCC¿, existiendo dudas sobre la identificación de la tercera letra del conjunto al estar conservada solo parcialmente. La lectura de este sello es de difícil interpretación, aunque la letra ¿P¿ podría hacer alusión al carácter público de las mismas.