Siglos I - III d.C. Dimensiones totales: 28 x 20 m.

Probablemente, esta vivienda, como la situada justo enfrente, la también llamada Casa del Oeste, estaban asociadas al negocio de la industria de salazón, como domicilio de los propietarios de las factorías o espacios comerciales asociados a su gestión.

Zona sur de Baelo, dentro del barrio industrial. Esta vivienda tiene acceso desde la calle porticada denominada tradicionalmente como "Cardo de las columnas" y se localiza enfrentada a la otra vivienda generando una composición prácticamente simétrica.

Es una domus cuyas habitaciones están articuladas en cada caso alrededor de un único patio porticado, casi cuadrado, delimitado por columnas. En el centro de estos patios se situaba un pozo, por lo que debieron responder a una configuración a modo de patio a caballo entre los realizados a modo de atrio y los de peristilo.

A nivel de distribución interna más detallada, debemos apuntar que la entrada se sitúa más alta que el nivel de la acera exterior, por lo que dispone de tres escalones para subir al umbral de la puerta. Este acceso conecta a través de un pequeño pasillo con un amplio vestíbulo que funciona a modo de distribuidor, dando acceso a dos pequeñas estancias, a la escalera que subía a la planta superior, y en especial al peristilo al que se abre de forma frontal. La galería del peristilo permite la conexión interior del resto de la vivienda, rodeando un patio delimitado por diez columnas que no llevan basa, descansando las mismas sobre un sillar sustentado por el muro que cimenta la columnata. El agua que caía de la lluvia sobre el patio era evacuada por una alcantarilla y en el centro existía un pozo que garantizaba el suministro hídrico del hogar. Las estancias situadas en las galerías norte y sur posiblemente fueran dormitorios, mientras las estancias del fondo disponían de las salas más grandes y mejor decoradas por lo que podrían corresponder al triclinium y recibidores o salones privados. Como suele ser habitual, posiblemente las estancias delanteras, que tenían accesos directos desde el exterior y estaban desconectadas de las estancias interiores, fueran independizadas para ser alquiladas como tabernae o tiendas.

Esta vivienda recibe su denominación actual por el hallazgo de una pieza singular que se localizó en su interior y que trata de un reloj de sol realizado en mármol con gran calidad técnica y artística. En el museo de la ciudad romana puede observarse una copia de esta pieza, ya que la original se encuentra expuesta en el Museo Arqueológico Nacional (Madrid).

Esta vivienda fue excavada entre 1917 y 1921, aunque se ha reexcavado con posterioridad, ya que la arena de playa había vuelto a enterrarla.

De esta vivienda proceden las mejores muestras de arte pictórico de Baelo Claudia, ya que casi todas las habitaciones estaban originalmente estucadas y decoradas con pinturas que reproducían, principalmente, motivos geométricos, vegetales y florales. Estos motivos aparecían segmentados por franjas y frisos que compartimentaban la decoración de los espacios interiores, los cuales tenían como protagonistas lienzos amarillos y decoraciones rojos, blancos, azules o negras.

Además de estas evidencias pictóricas, debemos destacar la documentación de numerosos grafitos grabados con punzón en los revestimientos de estuco, que representaban a animales y personajes como gladiadores, muchos de ellos caricaturescos. Estos grabados aparecen intercalados y mezclados con inscripciones, algunas de ellas de contenido erótico, que han hecho plantear a varios investigadores, que si bien se ha planteado de forma genérica que este edificio pudiera funcionar como vivienda o despacho de los propietarios de algunas de las factorías de salazón, también pudiera haber funcionado, al menos temporalmente, como un lupanar.

Como singularidad, en último lugar, podemos apuntar que durante los años 50 se construyó sobre parte de estas casas un búnker relacionado con la defensa costera del Estrecho, el cual fue desmantelado definitivamente en los años 80. De esta construcción defensiva  ya no quedan más evidencias que la cabeza de un nido de ametralladoras que se integra bajo la pasarela exterior que recorre el perímetro de la ciudad romana junto a la playa.

Pese a ser excavado el edificio hace más de una centuria, las características del acabado de los muros lo asemejan al templo de Isis, mientras otras reparaciones o reformas recuerdan al acabado del mercado, lo que sugiere que esta domus fue construida en la segunda mitad del siglo I d.C. y estaba en uso a inicios del s. II d.C., para ser abandonadas como muy tarde en el s. III d.C., como evidencian en este caso los objetos abandonados en su interior.

Todavía hoy esta casa, junto a la contigua, representan los testimonios más completos de viviendas en Baelo Claudia.