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La Estela Diadema de Cañaveral de León ya expuesta en el Museo de Huelva

06/05/2020

Con paciencia y resistencia la Estela Diademada de Cañaveral de León nos espera en la Sala de Arqueología del Museo de Huelva para que la contemplemos cuando terminen estos días de confinamiento provocados por el COVID19. Mientras tanto, quiere mostrarse, darse a conocer y contarnos su historia desde su fortuita aparición hasta su nueva vida en el Museo de Huelva

En el año 2018 se produjo en nuestra provincia, en la localidad de Cañaveral de León, el sorprendente hallazgo de la Estela Diademada. Se trata del primer hallazgo de este tipo en Huelva, lo que unido a la singularidad de la pieza en sí misma y de alguno de sus atributos, la convierten en un bien excepcional dentro de la colección de este museo, razón por la que el pasado año se procedió a su incorporación a la Sala Permanente de Arqueología, a la vez que se rediseñaron los espacios adyacentes referidos a la Edad del Bronce.

Su hallazgo fue casual mientras se llevaban a cabo la realización de unas obras en el Camino de las Capellanías, por tanto, fuera de su contexto arqueológico, pues apareció formando parte del empedrado de este camino que está muy próximo a la localidad de Cañaveral de León. Fruto de diversas prospecciones en las que ha participado personal técnico de este Museo de Huelva se localizaron evidencias arqueológicas que pudieran estar relacionadas con esta pieza; por otro lado, se han documentado varias necrópolis de cistas inéditas de la Edad del Bronce y otras evidencias de asentamientos de pequeño formato de este periodo que contrastan con el imponente registro arqueológico que se está pudiendo documentar en el poblado fortificado de El Alto del Gato, cercano al punto de aparición de la estela. Por último existen testimonios orales que citaban la existencia, en las cercanías, hace ya algunos años, de lo que denominan los lugareños una piedra hincada, que muy posiblemente fuera esta pieza.

La iconografía que aparece grabada en la estela de Cañaveral de León, ilustra una figura antropomorfa de la que no se puede precisar su género, donde destaca la cabeza con ojos, nariz y orejas; bajo ella se señala el torso a través de lineas grabadas que algunos autores pueden relacionar con un elemento de protección (peto/coraza) y los brazos donde se puede distinguir la mano izquierda, ya que la derecha no aparece al estar fracturada esa parte de la estela.

Aparece esta figura antropomorfa coronada por un tocado o doble diadema y en su lado derecho se distingue un elemento trapezoidal, que se pude identificar con una fíbula (especie de broche que servía para sujetar la vestimenta) y bajo ella aparece un elemento muy esquemático que puede interpretarse como un peine o un elemento musical. En el cuello presenta un pequeño collar de cuentas esféricas y el torso aparece cubierto por un elemento de protección, que podría ser un peto o coraza. Sobre la mano izquierda aparece un elemento esférico, que algunos autores identifican con espejos y otros con un símbolo solar. Por último, se pueden distinguir bajo las oreja izquierda tres pequeñas cazoletas, a modo de pendiente.

En cuanto a la posible interpretación sobre su funcionalidad podría tratarse de un item o elemento de carácter territorial, que se inserta en un ámbito geográfico concreto par servir como referente del mismo, e ideológicamente, como identificador con una concepción  de pertenencia de ese espacio a un determinado grupo que así testimonia su hegemonía en el territorio, siendo por ello un elemento indisociable de su paisaje del que se convertía en un hito destacado.

La atribución cronológica se asocia con las sociedades de la Edad del Bronce con una cronología general del 2200 a.C. - 1000 a.C., pero investigaciones que se están llevando a cabo en la actualidad tampoco descartan que pueda llevarse más atrás esta cronología, es decir, que fuese de un ámbito cronocultural más antiguo.

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